Brasil, el vecino que "discrimina" y genera dolores de cabeza en la maquinaria agrícola argentina

Autoridades de la CAFMA estuvieron en el Senado de la Nación y plantearon algunas problemáticas. No están en contra de la importación, pero exigen reglas de juego claras

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Las autoridades de la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (CAFMA), estuvieron presentes durante la reunión plenaria de las Comisiones de Industria y Comercio y de Presupuesto y Hacienda del Senado de la Nación. Fueron invitados también los miembros de la Asociación de Fábricas Argentinas de Tractores y otros equipamientos Agrícolas e Industriales (AFAT).

Durante la reunión se conversó acerca de tres proyectos de Ley vinculados a la situación del sector agroindustrial, y que tienen giro en ambas comisiones: Régimen de Promoción de la maquinaria agrícola industrial argentina (propuesta del Senador Dionisio F. Scarpin y otros); Declaración de Industria Estratégica para el desarrollo nacional de la maquinaria agrícola y agropartes (del Senador Roberto Mirabella); Proyecto que establece el régimen de promoción de la industria nacional de la maquinaria agrícola  (propuesta de la Senadora María De Los Ángeles Sacnun).

Durante el encuentro, el presidente de la CAFMA, Ing. Eduardo Borri, mencionó varias problemáticas que aquejan a un sector que genera 40.000 puestos de trabajo directos y cuenta con 1.200 empresas distribuidas principalmente en tres provincias: Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires.

“La pelea no es con aquellos que compiten con nosotros con las mismas condiciones o reglas de juegos. Nuestra disputa es con nuestro hermano mayor del Mercosur y la discriminación que hace con nosotros, y es por eso que buscamos espejar nuestro tratamiento para con ellos”, indicó el empresario en clara alusión a Brasil. Y agregó: “es necesario mencionar que para que el Banco Nacional de Desarrollo de Brasil financie un producto,  debe ser fabricado en ese país con un porcentaje que puede haber ido cambiando, pero en su momento 50% del costo debía ser local”.

Eduardo Borri, presidente de CAFMA, durante su exposición en el Senado de la Nación.

Borri aseguró que hay empresas argentinas “que han ido a instalarse a Brasil por una única razón, poder obtener financiamiento en moneda local” porque de lo contrario no podían exportar sus productos y vender allá con crédito del FINAME o BNDES. “Varios incluso tuvieron que pegarse la vuelta con quebrantos importantes dado que hubiera sido más fácil exportar y los volúmenes que conseguían obtener no siempre justificaban una radicación de sus plantas. El financiamiento era y es la clave”, consideró.

Con plena consciencia que Argentina tiene ventajas comparativas y hasta competitivas en la cadena agrobioindustrial, puso el foco en las diferencias entre uno y otro país: “hay profundas diferencias estructurales que se generan, entre ellos son las diferencias en los costos laborales directos e indirectos (conflictividad laboral), la diferencia en las tasas de interés para el acceso al crédito para crecer, el costo y la posibilidad de acceso a los insumos, el tamaño del mercado, el costo de la energía para producir, el costo impositivo, entre otros”

Borri recordó que el desarrollo de la siembra directa tiene cuna en Argentina. Incluso, la primera cosechadora automotriz del mundo se patentó en Sunchales (Santa Fe). También resaltó que Argentina tenía 25 fábricas nacionales de cosechadoras y más del 60 % del mercado y actualmente cuenta con tres y menos del 5% del mercado. “Aunque Brasil sigue sin tener ninguna fábrica de origen nacional y nuestro país posee aún el know-how, las condiciones que aquí se plantean dificultan el resurgimiento”, indicó.

De todas maneras, aclaró que la entidad “no está en contra de la importación” porque “hay muchas empresas transnacionales que ayudan a desarrollarnos y mejorar cuando las reglas de juego son claras”. Pero advirtió: “estamos en contra de financiar producto importado que nos aspira los recursos que debieran estar destinados a un mayor derrame en nuestra sociedad. Se dice que el productor agropecuario es el destinatario de ese financiamiento. Es una media verdad. Es cierto, pero si financiamos dirigidamente la producción nacional estaremos financiando dos eslabones de la cadena y no solamente uno”.

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