El contexto del clásico cambió de un momento para el otro, en el mismo día. No será lo mismo para Central sin Miguel y no lo será para Newell’s después de la extrañísima y lacerante derrota-goleada sufrida frente a Estudiantes en el Coloso esa noche. Todo pasó el viernes, aunque la renuncia de Russo estaba consumada desde la nochecita anterior y se hizo pública ese mediodía.

Un técnico por ahora interino de un lado y un debutante en estas lides del otro. ¿Cuáles son los parámetros que se deben tomar en cuenta para analizar la previa del Clásico? Difícil de determinar, pero no tanto si se desmenuzan algunas cuestiones de última hora. No será un Clásico deformado por la coyuntura, pero casi.

Ya se vio que el esquema de Central será otro, parece que el dibujo con dos centrodelanteros quedará para otra oportunidad. La idea, justamente, parece ser darle juego a un equipo que tuvo falencias en ese rubro. O más bien lo ofreció en cuentagotas.

Quedó claro el viernes que la línea de cinco no será una opción para Méndez. Al menos eso se supone después de la flojísima faena frente a Estudiantes. Hay jugadores que quedaron muy expuestos por su presente y por Estudiantes y la lógica indica que no saltarán a la cancha desde el arranque.

La vorágine, la seguidilla de partidos no permite contestar algunas preguntas fundamentales de aquel viernes en el que los parámetros se modificaron.

¿Por qué renunció Miguel justo antes del clásico y a pocos días de disputar los octavos de la Sudamericana? ¿Por qué el Gallego Méndez decidió una formación tan extraña frente a un equipo muy trabajado y que llegaba envalentonado por haber goleado a Gimnasia en el clásico?

Esta última puede tener un atisbo de respuesta. Méndez empezó a jugar el clásico mucho antes y subestimó las capacidades de su rival, aunque también es cierto que Newell’s tuvo ausencias obligadas que influyen en su juego. A Fernández Cedrés lo extraña desde que empezó el torneo. Pero esos serán temas para otro momento.

El triunfo posicionó a Lequi y la goleada en contra condicionó el incipiente ciclo Méndez. En medio de un contexto revuelto, revolucionado, todo parece indicar que Central llega mejor que Newell’s. ¿Debería influir eso en el resultado? Siempre se dice que no importa cómo lleguen. Y aquí, aunque uno esté un peldaño por encima del otro, conviven en una atmósfera de vulnerabilidad que puede disparar el desarrollo del juego para cualquier lado.