Previo a lo que terminó siendo la derrota de Novak Djokovic con Andrey Rublev en el ATP 250 de Belgrado, ciudad natal de Nole, la final del torneo tuvo un sorteo muy particular con dos huevos pintados de rojo.
Cuando se disponían a realizar el tradicional sorteo por el saque, el juez de silla se acercó al serbio y al ruso con dos huevos rojos en la mano. “Tú sabes más de estos huevos que yo”, le dijo el umpire al número uno del mundo. Novak le contestó: “Esta es probablemente la única vez que sí sé”.
La razón detrás del curioso hecho fue el homenaje a una tradición serbia, donde el domingo pasado se celebraba la Pascua Ortodoxa. Para esta fecha las familias de aquel país pintan huevos duros después de hervirlos. Por eso el juez les dio uno a cada uno y los tenistas tuvieron que golpearlos entre sí para ver cuál se rompía primero y definir quién comenzaba con el saque. El del ruso se resquebrajó antes y por eso el serbio ganó la posibilidad de empezar con su servicio.
De todos modos, luego fue Rublev quien terminó festejando el título en Belgrado al imponerse por 6-2, 6-7 (4-6) y 6-0 sobre el mejor clasificado del ranking de la ATP.
Nole tuvo este año menos actividad que el resto de los jugadores del circuito a raíz de su decisión de no vacunarse contra el coronavirus y de las prohibiciones que le aplicaron en varios torneos. “Las cosas están progresando lentamente, pero París es el objetivo principal y espero estar listo para entonces”, declaró Djokovic después del partido sobre su deseo de llegar en buenas condiciones a Roland Garros.