Barcelona y Atlético Madrid protagonizaron un partido increíble por la semifinal de ida de la Copa del Rey. Un encuentro que a los 6' estaba 2-0 en favor del Colchonero pasó a 4-2 para los culés y terminó de forma agónica en un 4-4 que deja la serie completamente abierta.

El elenco culé tuvo el peor arranque posible, pero la mejor recuperación y el peor final. A los 6', perdía 2-0, se fue al entretiempo ganando 3-2, pasó arriba 4-2 y sufrió un 4-4 sobre el final que lo dejó con las manos vacías.

Primero el equipo de Flick sufrió a un brillante Julián Álvarez, quien abrió el marcador a los 47 segundos de partido y asistió enseguida para el 2-0. Fue una primera parte vertiginosa y que tuvo un giro más que dramático. Primero golpeó el Colchonero. En la primera ofensiva, Griezmann tiró un centro pasado que desvió Lenglet y encontró al argentino por el segundo palo, para que la Araña definiera al primero para sorpresa de Szczęsny.

Pero por si fuera poco, Álvarez se lució nuevamente para el 2-0. El campeón del mundo robó en la salida del Barça y asistió de zurda a un Griezmann que definió y selló el 2-0 del equipo de Simeone.

Contrario a lo que se esperaba, el equipo de Flick acusó el golpe, aunque logró reponerse rápidamente, porque prácticamente el Aleti dejó de jugar el partido tras la ventaja. La reacción fue rápida. A los 20', Lamine Yamal asistió a Koundé por derecha, quien dio un pase al medio que encontró a Pedri para poner a los culés en partido.

Y luego vendrían dos goles con los que el Cholo Simeone soñará un tiempo. Un minuto después, Cubarsí conectó un córner de Raphinha y le pagó con su propia medicina al Atlético: por arriba con un cabezazo para el 2-2.

Pero por si fuera poco, sobre el final de los primeros 45' Barcelona volvió a hacer la diferencia por arriba. Otro córner encontró a Iñigo Martínez en el segundo palo, donde el Aleti tuvo problemas defensivos, y el defensor cabeceó a la red para el 3-2.

El encuentro se fue al entretiempo 3-2 y en el complemento bajaron las emociones. El Aleti no supo o no pudo casi dañar, hasta el final. Pero el Barça lo hizo antes. Fue por intermedio de Lamine Yamal, que con una gran jugada por derecha pasó y el pase al medio encontró a Robert Lewandowski abajo del arco para el 4-2.

Lo mejor del Atlético llegaría sobre el final. Fue Llorente quien apareció en el punto penal para conectar otro pase al medio, esta vez de Ángel Correa, para el 4-3, que le dio vida al equipo dirigido por Simeone.

Y la historia tendría un final épico para el Colchonero: un pase en largo para Samuel Lino y una salida en falso de la última línea de Barcelona crearon la tormenta perfecta. El brasileño se escapó mano a mano con Szczesny acompañado por Sorloth, y se la cedió al noruego para desatar la locura de Simeone en el banco.

El partido terminó con un empate de antología. Y con un final abierto y prometedor para definir al finalista del torneo español.