La suerte del veto presidencial a la ley de financiamiento universitario comenzará a definirse el miércoles 9 de octubre. Para ese día la oposición convocará a una sesión especial de la Cámara de Diputados para tratar el decreto que Milei firmó luego de la masiva marcha federal en defensa de la educación pública que pidió que no lo hiciera. 

La gran pregunta es si, como ocurrió con el veto de la ley de reforma jubilatoria, el gobierno conseguirá el tercio legislativo para bloquear la posibilidad de que el Congreso insista con la norma. Milei no contaría con la totalidad de los “87 héroes” a los que agasajó en el ya famoso asado de la residencia oficial de Olivos, pues hay dudas en varios integrantes del PRO abonadas por el silencio de Mauricio Macri en torno al tema. Pero además, tres de los cinco radicales que en el caso jubilatorio votaron contra la ley que ellos mismos habían aprobado no levantarían esta vez la mano a favor del oficialismo: o se ausentarían o, la versión optimista es de una fuente universitaria que participa de las negociaciones, "volverían a votar de este lado".

¿Quiere decir que esto define la situación a favor de la ley de financiamiento universitario? De ninguna manera. El gobierno tiene recursos y mecanismos de negociación para, si no captar nuevas voluntades, trabajar al menos sobre las ausencias en el crucial debate de la semana que viene. De hecho, en el oficialismo, entienden que la reticencia que algunos de los apoyos que tuvo en otras discusiones legislativas solo son para levantarse el precio.

“No hay que apurarse; es el oficialismo. No hay que subestimarlo nunca”, dijo a Rosario3 una fuente del bloque de diputados de Unión por la Patria, frente a los que anticipan a pronosticar que esta vez Milei perderá la batalla legislativa.

De hecho, los rectores de las universidades nacionales no se relajan: vienen trajinando los celulares de los diputados de cada uno de sus distritos y, en el caso del de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), Franco Bartolacci, convocó para este viernes a una reunión a legisladores nacionales de la provincia de Santa Fe para pedirles que rechacen el veto.

“Tenés que laburar sobre los que están dudando”, le dijo un legislador peronista con el que este mismo jueves habló para analizar la situación y que le comentó que no ve aún que la cuestión esté definida.

El PRO en foco

Entre los que “están dudando” hay especial foco en el PRO, que hasta ahora le bancó los trapos a Milei en todos los partidos legislativos, sobre todo en el sector mayoritario alineado con Mauricio Macri. 

Por caso, Rosario3 consultó a los 19 legisladores de Santa Fe sobre cuál será su postura en la sesión especial. No todos contestaron, pero sí lo hizo Germana Figueroa Casas, diputada alineada con la conducción de Macri y graduada de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), que dijo no tener aún una postura definida.

El silencio de Mauricio preocupa a La Libertad Avanza, pues Milei sabe que necesita sí o sí su respaldo. En el bloque del PRO quieren algunas garantías: tener la seguridad de que su aporte efectivamente servirá para sostener el veto y no exponerse a una derrota. Pero también que el gobierno presente una solución real al conflicto salarial con docentes y no docentes. 

“Lo estamos hablando. En el comunicado de anoche el gobierno dice que el tema del dinero para las universidades se debe resolver en el marco de la discusión del presupuesto 2025, pero nosotros queremos saber qué harían con 2024 si se aceptara el veto”, resumió una fuente de la bancada que encabeza Cristian Ritondo.

Los otros votos

Los votos que le pudieran faltar por fuera de los del PRO el gobierno los buscaría entre los partidos provinciales agrupados en Innovación Federal. Los legisladores de este bloque responden a los gobernadores Alberto Weretilneck (Río Negro), Gustavo Sáenz (Salta) y Carlos Rovira (Misiones), los tres con buena relación con el gobierno.

Pero en el sector que impulsa la ratificación de la ley de financiamiento creen que esos mandatarios pagarían un costo demasiado alto si se enfrentan con las comunidades universitarias locales. ¿Mayor que enfrentarse con el gobierno de Javier Milei y salirse del sector de los aliados?

Es una ecuación difícil, los números son muy finos y el final está abierto. Se vienen días de negociaciones febriles en la política argentina.