La media sanción del Presupuesto cristaliza los tibios intentos entre el Ejecutivo y los senadores del bloque Juan Domingo Perón por reconstruir una relación política dinamitada por acusaciones de traición y marcada por la desconfianza. La llegada de Carlos Bermúdez al gabinete provincial –hasta ahora se desempeñaba como secretario administrativo del Senado– es la otra señal que marca la temperatura de los reacomodamientos que se están dando. Bermúdez explicitó al gobernador que la condición para ir al Ejecutivo es que se terminara el enfrentamiento con el Senado. Amigo de Perotti, el histórico dirigente rosarino cree que el gobernador necesita encontrar puntos de acuerdos con el bloque de Traferri para no complicarse más de lo que está.
En el Senado admiten los reacomodamientos, pero el entusiasmo es un lujo que no están dispuestos a darse. Recuerdan que para la aprobación del Presupuesto 2021 también hubo gestos de acercamiento y al cabo de unas semanas todo estalló por los aires. “¿Pasará lo mismo esta vez? ¿Será duradero o temporal?”, se preguntan en el bloque Juan Domingo Perón. Por la dudas van paso a paso. Todo va a ir mejor si (el gobierno) saca los “comisarios políticos que nos plantó en nuestros departamentos”, advierte uno de los legisladores al que no le gusta la competencia. Recursos económicos, territorio y autonomía política es el ABC del poder senatorial. Eso nunca se negocia… a la baja.
Algo de humo blanco
No es un dato menor la media sanción del presupuesto por unanimidad y sin disidencias entre los dos bloques del oficialismo: esa cámara ¿fue? el epicentro de una descomunal batalla política que partió la mayoría peronista desde el mismo momento que Omar Perotti asumió la Gobernación.
El senador Rubén Pirola condujo las negociaciones en nombre del justicialismo. Vivieron horas de tensión el jueves a la tarde con el jefe de la bancada de la UCR Felipe Michlig. El radicalismo exigía garantías de que el Ejecutivo pagará los proyectos “pisados" durante el año electoral 2021 a municipios y comunas de la oposición. El ministro de Economía Walter Agosto en persona dio su compromiso y el tema se destrabó. Fortalecer los municipios y comunas donde anida el proyecto de poder 2023 es clave para los senadores radicales.
Una de las curiosidades de la jornada fue que tanto radicales como peronistas llenaron de elogios al ministro Agosto. Pirola, el hombre fuerte de los números en la Cámara alta, destacó su predisposición. Lisandro Enrico dijo que es el único creíble del Ejecutivo y Felipe Michlig que era el que ofrecía garantías de que lo que se acordaba se cumplía. Levantar a Agosto –quizás el único ministro del gabinete con poder real– es la forma diplomática de bajarle el precio al ala política que hasta aquí encabeza el ministro coordinador Marcos Corach.
Javkin en llamas
Mientras ocurría en la sala de sesiones, a 168 kilómetros de distancia el intendente Pablo Javkin ardía de bronca. “Lo que es grave es que el presupuesto lo negociaron entre (el ministro) Agosto y (y el senador) Traferri y el resultado es perjudicial para las ciudades de Rosario y Santa Fe. Voy a convocar a los diputados para que no acompañen la media sanción del Senado”. Así sin vueltas, el intendente expuso su bronca por haber sido dejado de lado “sin siquiera una consulta”.
“Parece que con unos se habla cuando las cosas se ponen difíciles y con otros cuando se trata de partidas presupuestarias”, insistió Javkin a Rosario3, horas después de su encuentro en Rosario con el diputado nacional Facundo Manes, del que también participaron María Eugenia Schmuck y el rector de la UNR Franco Bartolacci.
En el Palacio de los Leones objetan que el proyecto aprobado en el Senado no da garantías de actualización del convenio de financiamiento de la salud pública; que se limita la autonomía municipal al poner un tope de endeudamiento, con lo cual Rosario para poder tomar los recursos que el Concejo Municipal autorizó para el fondo de pavimentación definitiva debería ir a la provincia a pedir otra autorización; que no hay ninguna partida de urbanizaciones u obras de infraestructura comunitaria que ayude a la seguridad en Rosario y Santa Fe.
Por último el gobierno de la ciudad advierte que el plan Incluir prevé los mismos 4 mil millones que en 2021 y que se reparte entre todos los municipios y comunas a diferencia del Plan Abre, que desde su creación en 2012 tenía un sentido estratégico de abordaje de la problemática social, de infraestructura urbana y de seguridad. En 2019 el Senado lo convirtió en ley y amplió el alcance a los grandes centros urbanos de la provincia. Cuando llegó el actual gobierno lo eliminó por decreto (hasta hoy persiste esa irregularidad jurídica) para generar el Incluir, que tuvo los mismos recursos pero para repartir entre 365 municipios y comunas.
Esta semana el Presupuesto recala en Diputados. La oposición avisó que introducirá cambios. Desde ya el Frente Progresista con sus 18 bancas pondrá sobre la mesa los planteos de Rosario y Santa Fe. Por otra parte, algunos sectores tienen una mirada crítica sobre los alcances del endeudamiento autorizado por el Senado. El socialismo, por ejemplo, no ve bien que la Legislatura condicione el uso de los fondos que las municipalidades y comunas recibirán por el pago del fallo de la Corte Suprema nacional. “Corresponde a cada Concejo local definir en qué invertirlo”, afirmó el diputado Joaquín Blanco.
También viene discutido el aumento de Inmobiliario y Patente en la ley tributaria. Socialistas y radicales cuestionan que al fijar aumentos muy por debajo de la inflación en los impuestos más coparticipables, se les recortan ingresos a los municipios. “Hacen política con los recursos de los municipios”, dicen los intendentes. “Si la oposición quiere más aumentos de impuestos que se haga cargo y formalice el pedido”, devuelven desde la Casa Gris. En realidad, la oposición busca que provincia compense a los municipios.
Hablando de Diputados, pasó por allí el ministro de Seguridad Jorge Lagna, convocado para avanzar en los temas acordados en la reunión de 15 días que el gobernador realizó con todas las fuerzas parlamentarias e intendentes. El ministro se presentó ante los diputados solo, sin equipo de colaboradores. Se fue con tarea: elaborar y enviar al menos un punteo de para qué cosas concretas el Ejecutivo está pidiendo una nueva ley de emergencia. También se llevó precisiones sobre el marco normativo vigente.
Argentina sin presupuesto
Si nos tomamos la licencia de pensar a la dirigencia política argentina como un todo y nos olvidamos de los matices y las excepciones, debe concluirse que le encanta balconear los precipicios. El rechazo del presupuesto 2022 tras 20 horas de debate, la forma en que sucedió y las consecuencias que tiene prueban esa pasión por la insensatez.
Alberto Fernández gobernará con el presupuesto 2021 reconducido. Significa que trasladará la estructura de gastos de un año a otro, con la diferencia a su favor de la torta de recursos extra que recaudará vía inflación y reactivación económica. Cabe aclarar que en esta oportunidad las facultades delegadas al Ejecutivo para redireccionar partidas están limitadas desde 2016.
Todo lo que se había negociado en torno al presupuesto queda sin efecto. O por lo menos será necesario reconfirmar y quizás volver a negociar. El aumento en los subsidios al transporte, las obras públicas que se habían logrado incluir y mucho más queda a discreción del gobierno central y a tiro de decreto. 2022 será un año de golpear puertas y patear escritorios.
La devoción por jugar con cosas que no tienen repuesto, como dicen la canción, es movida por intenciones e intereses que resultan difíciles de descifrar. Todo lo que envolvió el tratamiento del Presupuesto en la Cámara de Diputados está teñido de sobreactuación, internas palaciegas así como errores tan burdos que hacen pensar si no fueron a propósito.
La sesión imposible
Hay dos decisiones que lucen como errores estratégicos del oficialismo. En primer lugar la decisión de tratar el presupuesto con la nueva composición del Congreso y no con la que anterior que le era favorable. En segundo lugar ir a sesionar sin tener los votos para aprobar el presupuesto.
Una vez en el baile rechazó el ofrecimiento opositor, ya iniciada la sesión el jueves a la tarde, de pasar a un cuarto intermedio hasta la semana siguiente para reconducir las negociaciones. Probablemente haya evaluado que esa opción implicaba entrar en un callejón sin salida donde quedaba a merced de Juntos por el Cambio y decidió seguir adelante. Recién la aceptó a las 10 de la mañana del viernes, cuando era un hecho que ni con el ministro de Obras Públicas Gabriel Katopodis recorriendo bloques pudo torcer el tablero.
Y ahí ocurrió la inoportuna intervención de Máximo Kirchner, que siendo el responsable del bloque oficialista lo hizo con la displicencia de quien está en una asamblea del centro de estudiantes discutiendo el precio de la fotocopia. Kirchner nunca agravió a la oposición al decir que dejaron una deuda con el FMI de 44 mil millones de dólares. Dijo la verdad, pero en un momento y de una forma que le dio la excusa perfecta a los duros del otro lado. Su pecado fue provocar a la otra parte cuando después de 20 horas lo único que había conseguido era un muy frágil acuerdo que le daba una vida más al proyecto.
La actitud de Kirchner alimentó dudas, adentro y afuera del oficialismo, de que haya tenido la inconfesable intención de empiojar el acuerdo que el ministro de Economía Martín Guzmán busca con el FMI. Los pases de factura, si los hubiese, serán sin sacar trapitos al sol. Por el contrario, la Casa Rosada y el Frente de Todos se concentraron en reducir daños: se abroquelaron con Kirchner y apuntaron a Juntos por el Cambio por “dejar al país sin presupuesto”, como lo expresó el presidente en el acto de asunción de Máximo al frente del PJ bonaerense este sábado.
Territorio de duros
Los desacuerdos argentinos tienden a profundizarse más que a encontrar puntos de acuerdos. A un oficialismo tensionado por su bicefalismo, se suma una oposición empoderada pero al mismo tiempo atravesada por potentes disidencias y múltiples liderazgos. Los PRO se despluman entre halcones y palomas. Y los presidentes de los bloques radicales, Mario Negri y Rodrigo De Loredo, se acusaban de traición hasta en el uso de la palabra en plena sesión.
Al menos las disputas en la UCR se emprolijaron al final del día cuando el partido pudo convenir una lista única de autoridades, con el jujeño Gerardo Morales en la presidencia y su adversario Martín Losteau y su sector adentro.
El nuevo Congreso debutó con el pie izquierdo, y ese será el contexto para los próximos dos años. Hay que hacerse la idea que la Argentina bailará al ritmo de los duros de ambos lados. La voluntad de diálogo se vocifera pero no se practica.