Dos policías quedaron detenidos en prisión preventiva bajo acusación de haber abusado sexualmente de una compañera de la fuerza en el Departamento San Lorenzo. Uno de ellos fue imputado como autor del delito y el otro como partícipe necesario, puntualmente de haber filmado el abuso, omitiendo el deber de cuidado. Los hechos, según la atribución fiscal, ocurrieron en la madrugada del 23 de diciembre mientras los efectivos hacían servicios adicionales en un boliche céntrico.
La imputación fue realizada este viernes por el fiscal Maximiliano Nicosia, en los Tribunales de San Lorenzo, a raíz de una denuncia radicada el 18 de enero en un Centro de orientación a la víctima de violencia familiar y sexual.
El funcionario acusó al subinspector José Matías R. de abuso sexual con acceso carnal agravado “por haber sido cometido por miembro integrantes de las fuerzas de seguridad en ocasión de sus funciones” en calidad de autor y consumado. Este uniformado revistaba en la comisaría 4ª de Fray Luis Beltrán y fue detenido esta semana en su casa de barrio Plata, en Rosario, por personal de la Agencia de Control Policial (ACP).
Además, fue imputado el suboficial Leandro P., perteneciente al Grupo de Operaciones Tácticas (GOT) de la Unidad Regional XVII, en calidad de partícipe necesario. Este policía había sido detenido en su casa de Capitán Bermúdez.
De acuerdo con la acusación, el abuso tuvo lugar entre las 4 y las 4.42 de la madrugada del 23 de diciembre pasado, a la salida de una cervecería sanlorencina de avenida San Martín y Salta. Según la atribución fiscal, José Matías R. estaba haciendo adicionales en el local y llevó a la víctima –G. D.– a su auto Ford Fiesta estacionado a mitad de cuadra.
La mujer había llegado al boliche con un grupo de amigos, luego de haber estado en una despedida de año en Pueblo Andino, y estaba bajo efectos del alcohol. “Ella se sentía cansada y Roldán le ofreció el auto para descansar. La sentó en el asiento del conductor y luego volvió al servicio”, sostuvo el fiscal Nicosia.
Luego, el policía regresó al coche y la sometió sexualmente, al tiempo que que el otro agente grabó el hecho con su teléfono, en lugar de haber protegido a la víctima, sostuvo Nicosia.
Entre las evidencias, consta el testimonio de una amiga de la mujer policía que dio cuenta de que el 31 de diciembre recibió en su teléfono un video en el que aparecía G. D. mientras era atacada sexualmente y profería gritos de auxilio, sostuvo la acusación. También existe un testimonio reservado de similares características de un empleado del GOT.
Ambos policías negaron las acusaciones. Y el fiscal contraatacó: "Las versiones que han dado no se ajustan a las constataciones fílmicas".
"Temo por mi vida y por mi integridad física. Vivo con mi hija sola y estoy separada hace un año por hechos de violencia. El daño que me han hecho fue irreparable. Sigo trabajando y mi deseo es que ellos sigan detenidos. Me animé a denunciar porque esta situación fue muy dura para mí", dijo la víctima al hacer uso de la palabra en la audiencia.
La jueza de primera instancia Griselda Strólogo tuvo por admitida audiencia imputativa y dictó para el subinspector la prisión preventiva efectiva por el plazo de ley y para el suboficial el plazo de 90 días.