Un recluso ligado con el costado más rústico de la narcocriminalidad local fue condenado a 20 años de prisión tras declararse responsable de haber cometido un homicidio hace tres años y luego de haber organizado una red de venta de marihuana desde el penal de Coronda cuando se encontraba en prisión preventiva. El monto de la pena fue acordado entre la fiscalía y la defensa y este lunes tuvo el visto bueno de un tribunal pluripersonal en el Centro de Justicia Penal.

El condenado es Nicolás Ángel “Tío Lucas” Bouvier (27), quien está detenido desde noviembre de 2021. Una investigación lo ubicó como uno de los homicidas de David “Moco” Quiroz, quien fue ejecutado en la mañana del 24 de octubre de 2021 en la Toma de Magaldi, una serie de terrenos ubicados en el extremo noroeste de Rosario que fueron ocupados, a fuerza de necesidad, en agosto de 2020. En ese sector, desde mediados de 2021 se registró una serie de crímenes cruentos ligados con conflictos derivados del narcomenudeo, además de decenas de usurpaciones.

Bouvier, señala la investigación, llegó a la casa de “Moco” Quiroz junto con “Maxi Pupo”, “Chupete”, “Lechón” y el “Gordo Joni”, todos soldaditos ligados al histórico clan Villalba, de operatoria en el barrio Gráfico.

“Buscaban la reacción de mi amigo David, porque querían la casa de él, se la querían sacar para vender droga, como hicieron con las otras casas”, dijo un testigo, que en esa jornada se encontraba en la casa de Moco y sobrevivió un disparo en una pierna.

Bouvier, dijo el testigo, empezó a disparar. “Fueron una banda de tiros, como quince. «Tío Lucas» le pegó un tiro a David que le impactó en el abdomen, cerca de la cintura, se cayó y se le acercó corriendo y lo remató en el piso, descargó el arma con él, le siguió tirando hasta que se acabaron las balas”.

Ese día el personal de balística de la Agencia de Investigación Criminal secuestró dos balas de plomo encamisadas deformadas, 13 vainas servidas calibre 9 milímetros, otro cartucho intacto más una vaina servida calibre .380.

Una circunstancia que no fue revelada fue cómo resultó herido el propio Bouvier, que ingresó a las 12.30 al Heca tras ser trasladado por su padre. Allí fue señalado por Kiri, el amigo de la víctima fatal que resultó herido. Bouvier tenía un tiro en el abdomen y quedó internado con custodia; 15 días después escuchó las evidencias en su contra en boca de la fiscal Marisol Fabbro. Y desde entonces está detenido.

Telecentro en Coronda

 

Ya en febrero de 2024, mientras Bouvier cumplía prisión preventiva en el penal de Coronda, los investigadores se toparon con su nombre en una pesquisa por tentativa de homicidio de un quiosquero en el barrio Santa Lucía. Ocurre que en febrero, personal de la División Homicidios de la PDI allanó una vivienda en Che Guevara al 7800 en busca de un sospechoso y terminó secuestrando un trozo compacto de marihuana de 400 gramos. 

Finalmente, una serie de peritajes sobre celulares determinó que Bouvier era quien, desde su celda, coordinaba la distribución de marihuana, daba instrucciones sobre cómo fraccionarla y armar los paquetes, indicaba los montos cada transacción y fijaba el precio de la mercadería. Bouvier, se dijo, operaba en sociedad con otros presos del pabellón 2.

En esta carpeta judicial a cargo de la Justicia provincial, se determinó que un chico de 12 años se encontraba a cargo Celina F., la pareja de Bouvier, y era utilizado para la confección de los paquetes de cannabis prensado, así como la guarda y el traslado de mercaderías para las transacciones.

Este lunes los jueces Hebe Marcogliese, Gustavo Pérez de Urrechu y Mariano Aliau homologaron el acuerdo de partes por el que “Tío Lucas” fue condenado a 20 años de prisión por homicidio simple y lesiones agravadas por el uso de arma de fuego, abuso y portación de armas y comercio de estupefacientes agravado por la participación de un menor de edad y por haber sido cometido en el lugar de detención. Todo en calidad de autor.