Por solicitud del fiscal de Homicidios Alejandro Ferlazzo, personal policial llevó a cabo allanamientos y rastrillajes en un sector de barrio Gráfico y la llamada Toma de Magaldi. En el operativo participaron bomberos del Grupo Especial de Rescatistas Zapadores (Gerz) y perros adiestrados para buscar restos humanos.
La medida tiene un trasfondo denso en un sector donde el año pasado se registraron asesinatos ligados a la narcocriminalidad en un contexto de profunda vulnerabilidad social. Los investigadores buscaron a una mujer que posee pedido de paradero desde noviembre, Marilina Villalba. La sospecha es que la mujer fue asesinada y sus restos fueron enterrados. Meses atrás la joven ya había sobrevivido un ataque. Estaba identificada como vendedora de drogas y tenía problemas de consumo.
Las medidas encabezadas por la División Homicidios de la Policía de Investigaciones fueron 35 y culminaron con el secuestro de 16 piezas óseas que fueron llevadas a peritar. Los domicilios requisados están ubicados en Magaldi al 8500, 8700 y 8800; y Benteveo y Ugarte al 700, varios con catastro irregular. En diez casos, los detectives se toparon con construcciones abandonadas o taperas que –se sospecha– eran utilizadas como bocas de expendio. Los huesos estaban en un terreno deshabitado.
Fuentes del caso indicaron a Rosario3 que un personaje central en esta trama es Lucas Saban, un changarín de 18 años que desde el 10 de abril pasado se encuentra en prisión preventiva sin plazos como coautor de un doble crimen. El de Francisco García y Karina Soledad Ferreyra, una pareja que fue acribillada dentro de una choza de Magaldi al 8700 en noviembre pasado.
El móvil de los homicidios, según testimonios, obedece a que la parejita no quería dejar la casa.
Pero Saban está bajo sospecha de cometer otros crímenes. La investigación lo ubica como sicario de Jonathan Brezik, un hermano de crianza de Ariel “Guille” Cantero, jefe de los Monos, que está preso en el penal federal de Resistencia, Chaco, por múltiples delitos digitados desde el encierro. A este recluso le atribuyen gerenciar con mano de hierro el negocio del narcomenudeo en barrio Gráfico y en Magaldi. Recientemente su celda fue allanada y le secuestraron un celular y anotaciones. Todo en el marco de la investigación de un femicidio en contexto narco: el de Susana Mena, quien fue acribillada y descartada en una tapera de Magaldi al 8800 en enero pasado.
A todo esto se suma el hallazgo, en septiembre pasado, de un cuerpo carbonizado en Benteveo y Jacobacci. El cadáver permanece como NN y no sería una víctima ajena al contexto de los allanamientos de este viernes.
En tanto, Marilina Villalba permanece desaparecida desde noviembre. La mujer, indicaron voceros de la causa, era el último eslabón de la cadena de comercialización de drogas y sufría de adicción. Un combo peligroso. Dos meses antes de que la vieran por última vez la habían baleado. El tirador, se sospecha, fue Saban, que está fuera de la calle desde comienzos del mes pasado.