Otra balacera más en el marco de un espiral de violencia que parece no tener fin. Esta vez fue en barrio Triángulo, contra la casa humilde de una familia de vendedores ambulantes que recibió al menos 4 balazos, uno de ellos, le rozó los labios y uno de los dedos al hijo de la propietaria. Los agresores le dejaron una nota en la que les ordenan que se vayan de su propio hogar. El desconsolador testimonio de la víctima.
En Cada Día (El Tres) informaron que este jueves, unos minutos antes de la 1 de la madrugada, abrieron fuego contra una vivienda ubicada en Espinillo al 3600 cuando estaban en su interior Silvia, la dueña de la casita y su hijo, quien acaba de llegar de la casa de la novia.
“Estaba acostada y mi hijo se estaba preparando algo para comer y escuché una ráfaga de tiros, me tiré a piso y mi hijo empezó a gritar. Acá es normal que pase, no sabía si era mi casa, enfrente o en la esquina. Mi hijo me dijo «fue acá» y cuando lo ví, una bala le había rozado el labio y el dedo que es lo que más se lastimó pero, gracias a dios no pasó nada grave, pero se salvó de milagro”, manifestó.
En medio de los tiros, les dejaron una nota con una amenaza directa: “Tenés 24 horas para dejar la casa”. Silvia expresó su profunda angustia: “No tengo dónde ir, yo veía a la gente que le pasaba y pensaba «pobre gente» y ahora nos pasa a nosotros, que con mi marido somos vendedores ambulantes, no tenemos ni para un cajón fúnebre”, expresó conmocionada.
La mujer aseguró que la violencia se apoderó de la zona: “Éste es un pasaje manchado de sangre, ha habido muertos y muchos heridos, pero la gente tiene miedo y no hace la denuncia”, destacó y culminó casi llorando: “Esto es lo que valemos nosotros, dos pesos. ¿Dónde está la paz y el orden que nos prometieron?”.
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