¿Donde metemos la reposera? El contratista llega al barrio con una oferta. Piscinas finlandesas de material a pagar en cuotas. Armó equipos de obreros de la construcción, que operan supe coordinadamente. Unos hacen los pozos, otros revocan, otros las cañerías. Y así los va girando. De casa en casa, de barrio en barrio. Por toda la ciudad. "No gaste sus ahorros Don", le dice a un vecino, pague en cuotas con tarjeta de crédito. Un crack Dante. Sabe que el mundo que viene necesita piletas.
La creatividad y el empuje en tiempo de crisis pueden ayudar. Sin embargo, en medio de la pandemia y mientras algunos sueñan con los veranos del pasado, la infectóloga Judith Diaz Bazán, la especialista más mimada de la sanidad pública argentina, nos tira un baldazo frio.
“Si la vacuna demora un año en llegar, ese año, esa espera, la vamos a vivir como lo hicimos hasta hoy. De la misma manera. Cuando el número de infectados supere la respuesta sanitaria hay que cerrar. Este abrir y cerrar nos va a acompañar. Qué tipo de actividades, cuánto tiempo y demás. Hasta que no llegue la vacuna viviremos así”.
¿Donde está la reposera?
Matías Kulfas es el Ministro de Desarrollo Productivo de la Argentina. Atiende el teléfono un sábado a la mañana para hablar con el cronista rosarino. Se queja de las fake news, defiende las medidas del gobierno y dice que muchos de los problemas actuales, si bien se agravaron con la pandemia, los heredaron del gobierno de Macri.
Kulfas no llego a los 50 años. Desde los 13 años escucha a Spinetta. “Lo vi infinidad de veces”, dice. Alguna instantánea de protocolo lo mostró con un barbijo-homenaje al músico. “Me lo dieron en una empresa que hace barbijos, una pyme de Lanús. Hacen barbijos muy interesantes y les compré uno especial con su figura," contó mientras gambeteamos el inicio de la nota con el color Spinetta para evitar ir al hueso doloroso. ¿Y la reposera?
-Empresas que se van, que amagan a irse. Títulos catástrofes y la señal de una alarma permanente. ¿Como sabe el argentino lo real de esto más allá de lo que indica su propio bolsillo?
-La realidad por la pandemia y la crisis que nos dejó el gobierno de Macri (recesión de dos años, una situación fiscal por una deuda insostenible que tuvimos que negociar) es muy compleja. Las pymes sin crédito, ahogadas financieramente. Tuvimos que normalizar, desahogar la economía, renegociar la deuda. Bajamos la inflación. Y mientras avanzábamos con medidas para favorecer a las pymes, aparece la pandemia. Esto desarma todo. Pero también hay una organización de noticias falsas.
¿Cómo cuáles?
En el mundo la situación es muy complicada. Las aerolíneas en el mundo están en bancarrota. Y por la noticia de que una de ellas en Argentina anuncia que suspende sus operaciones, aparece una campaña de fakes news sobre eso. Se monta la versión de éxodo de empresas que se van. Una campaña falsa que incluye a Starbucks y Burguer King. Todos desmienten, pero logran instalarla. Que se va Coca Cola y Fernet Branca. Y no es así. Enfatizan sobre un presunto éxodo de argentinos a Uruguay. Hasta ahora 200 argentinos se fueron realmente a vivir a Uruguay, pero tenemos más de 200 mil uruguayos viviendo acá. Marcos Galperín es un empresario que se fue a Montevideo, pero sus empresas están en Argentina (Mercado Libre). Invirtió más dinero, tomo cerca de 1.000 empleados y multiplico su facturación por cuatro. Generan con intensión un mal clima más allá de la crisis.
-¿El mal clima de esas fake news es contagioso?
-Heredamos muchos problemas que no vamos a resolver sencillamente. La falta de dólares no se resuelve de un día a otro.
Mientras mi amigo el contratista Dante promociona sus piletas, Kulfas anuncia el envío de leyes al Congreso para que se saquen algunos dólares del colchón.
“Incentivaremos la inversión en la construcción, porque el costo está muy bajo. Para que la gente que tiene dólares ociosos los vuelque a la construcción y para eso estamos enviando un proyecto de ley al Congreso para alentar la construcción. A quienes cambien esos dólares para construcción recibirán un beneficio fiscal, una reducción de bienes personales”, dijo ayer.
El Ministro de Desarrollo Productivo también anunció una pronta línea de créditos hipotecarios con una fisonomía distinta a los del Macrismo. Garantizados con un seguro ante los volcánicos momentos argentinos. “Tenemos que evitar los problemas que tuvimos en el gobierno de Macri donde se comprometió la capacidad de pago de los hogares. Si se produce un evento inesperado opera un seguro que cubre esa diferencia eventual que produce la inflación”, argumento Kulfas ayer en el Weekend de Radio2.
Una concesión pide la ministra Sonia Martorano, recién dada de alta por transitar su propio cuadro covid. Acepta una entrevista y pide música para acompañar sus palabras: Serú Girán y Residente, sugiere. “Con los ojos cerrados se ve mejor”, canta Lebón en Parado en el Medio de la Vida. La Ministra no se hamaca en la melodía, ella recién salida del sanatorio no quiere perder ni un minuto. Va a mil por hora, suplica a jóvenes y no tan jóvenes que se cuiden porque estamos en un pico que va a durar 8 semanas más. “Antes de volver afuera hay que regresar adentro. Y que todo sea distinto y la verdad nunca se rinda. Hasta las cosas lindas deberían ser más lindas. Y si este es el final le encontraremos la belleza. Quizás en realidad ahora es cuando todo empieza”, canta Residente en “Antes que el mundo se acabe” en el cierre de la nota. Ministra y Salud con piezas de buen rock.
-¿Pensar en chicos jugando a la pelota en un parque, compartiendo un aula, en un mundo sin vacuna es una utopía?, le pregunté esta semana a la infectologa Judith Díaz Bazán.
-Sí. Hasta que no llegue la vacuna es una utopía. Aun con una vacuna efectiva será muy difícil acceder a ella. No alcanzaría la producción de vidrio para generar el envase que necesita el mundo para vacunar a la humanidad. Y además los laboratorios deberías suspender la producción de otras vacunas que producen para defender el cuerpo de otros virus.
Merodea mi memoria una frase del pensador y economista Alejandro Bongiovanni. “De esto lo normal es salir vivos e ilesos”. Aplaudo con el corazón, con la esperanza de que algún árbitro pite el final de este partido de locos.
Dos de cierre
Murió en la madrugada del viernes el Tigre Cavallero. Un gran intendente. Su muerte homenajeada por el clamor popular de las redes mortuorias. Todos los cronistas rosarinos teníamos buena onda con él. Lo supo sembrar. Noches largas con un hombre sabio y apasionado. Pero la militancia juvenil y no tanto del socialista le gritaba: “Traidor. Menemista traidor”, eran consignas post interna. “Me repugnó leer algunos saludos. Cuando pudieron esos mismos lo hicieron bosta”, me dijo ayer un colaborador del Tigre. El calzón rojo que usaba de cábala en la Quinta de Olivos para ver el Mundial de Italia. Llegamos hasta la final. Y el Tigre que entre canapés y encuentros le sacaba (según el mismo reconoció) recursos para Santa Fe a Carlos. Un año antes, en el cierre de campaña que le llevó a ganar la intendencia de 1989, dijo: “Vivimos una profunda crisis económica, social, política y moral. Y la gente quiere un cambio moral. Nuestra candidatura sintetiza la posibilidad de introducir un cambio moral que no solamente de respuestas a las necesidades materiales sino espirituales a la gente. La gente no solamente quiere obras, sino quiere conductas personales de vocaciones de servicios y no servicios a sí mismo. Y creo que es un eje fundamental y por la cual se rompe la tradicional polarización que existe en nuestro país”.
Y al final de los caminos, también impulso de un obituario conmovedor (la muerte de Joaquín Lavado, alias Quino) fue el reencuentro con un material imperdible del dibujante. Al cierre de la producción de Mafalda (1975) y entrevistado en España en el programa mítico de tele española “A Fondo”, se reconocía como un dedicado a retratar los vínculos entre ese señor grandote y poderoso detrás de un escritorio con su antítesis, un hombre bajito y débil. Lejos de las reposeras de verano reconocía que era un hombre muy pesimista, frágil y depresivo. “A mí la realidad me angustia mucho. Entonces por el lado del humor intento sobrellevar la vida. Hay gente que piensa que el humor puede hacer pensar a la gente, la historieta y el humor puede crear conciencia y cambiar las cosas. Pero no. Un humorista norteamericano me dijo que los aliados en la segunda guerra no derrotaron a los nazis con tinta china. Y eso es un poco lo que yo pienso”.
Saldrá el sol pronto. ¿Donde metemos la reposera?