A dos semanas de las elecciones, tal vez nuestra propia y criolla V de Vendetta, los jóvenes argentinos nos tienen preparado una riesgosa fiesta política. Se le suman a los “chicos”, los fanáticos libertarios, los creyentes académicos de la Escuela Austríaca y el desencanto ciudadano de ver hace décadas a todos en un mismo lodo manoseados con los privilegios y la corrupción. El mal funcionamiento de un sistema de cuatro décadas que ha distribuido ineficazmente sus riquezas, será evaluado con bronca y la convicción de patear el tablero. A pocos puntos de ganar en primera vuelta el dueño de la motosierra infla el pecho y espera, escondiendo sus debilidades de líder, inestabilidades emocionales y su nula experiencia en la conducción ejecutiva, pública o “privada”. Su rol fue claro: juntar votos bronca y evitar que Juntos por el Cambio no asome sus narices nuevamente por la Casa Rosada.
Todo lo que hagas pibe no es bueno. Hoy ser joven no tiene perdón. Sos la pelotita de esta juego: metegol. Raul Porchetto, 1980
Los medios de comunicación clásicos, portales de noticias, noticieros de tele, radio incluso diarios papel no influyen en la opinión publica con la potencia que sensibilizan en sus criticas o elogios a los actores del poder. Eso es claro desde hace años. Primero twitter con Facebook, apareció Instagram, ahora a full Tik Tok y en algún rato otras novedades como difundir info a través del WhatApp: real o inventada.
Y sobre eso Milei monta el cierre. Comer con Mirta Legrand o sus dotes en los debates solo lo conectan con gente ya decidida. Es difícil imaginar que el voto a dos semanas pueda cambiarse por una entrevista en tele. Una campaña en redes (que levante la tele o los diarios) es otra cosa. Y sobre eso se trabaja.
Carlos Pagni, periodista y editorialista del diario La Nacion, develó esta semana una charla con un ex dirigente del Alfonsinismo (no lo menciona pero se sospecha que fue Coti Nosiglia). Según Pagni, el influyente radical le dijo que ellos en 1983 tenían el 10% de las pruebas (cuando denunciaron el pacto sindical-militar-peronista) que la info que hoy tiene JxC del pacto político y financiero entre dirigentes del Massismo y Milei. Nadie lo ha denunciado con la rigurosidad de los números excepto el colega Hugo Alconada Mon. Cómo lograron infiltrar en algunos sectores de la provincia de Buenos Aires con fondos y nombres ligados a esas estructuras. Los ex barones Duhaldistas, reciclados, aportando nuevas generaciones de músculo político para una hipotética victoria de Milei.
La salida de tu vida es la caída. Si ya estás en la azotea, saltá. Don Cornelio y la Zona, 1987
Raro. Fue raro pero también leal aporte de campaña del radicalismo universitario rosarino. Franco Bartolacci, el rector de la UNR, impulsó una manifestación (a través de un gesto de desobligar al alumnado y comunidad académica) para dejar en claro (con razón) que el proyecto de Milei va en contra de los preceptos y la historia de la Universidad. Milei tiene un proyecto, pero no ganó la elección. En Radio 2 fue prudente para calificar la situación y sus derivadas. Si bien el Rector no aclaró a quien votará el 22 de octubre, queda claro que a Milei no. Su alumnado, joven, transformador e inquieto, en su mayoría votará al hombre motosierra. Y ese es un dilema complejo. El riesgo siempre será una acción de los jóvenes, el tiempo da experiencia pero también la patina conservadora que aparece en el debate.
El caso Insaurralde icono del desequilibrio fue un pase gol para el ánimo motosierra de Milei. Perder la provincia de Buenas Aires seria un fuerte nocaut para la Cámpora. En algunas filas, las facturas entre la dirigencia motoriza el esquema de ejército en retirada en actitud de pillaje. La vice presidenta no ejerciendo (pero cobrando mes a mes) el rol por el que fuera votada en 2019 o Alberto esperando que su pesadilla termine, le dan una honesta instantánea de barco sin motores que solo navega por las velas y algún piadoso viento que timonea Sergio Massa.
Para muchos de los que saltarán del 9no piso a lo Charly García, la Argentina merece una crisis institucional como resultado de cuatro décadas “difíciles”. Es la siembra de la cosecha. Que los jóvenes voten a un personaje político como Milei es el resultado de los profundos errores de la política argentina. Un sistema que ha resultado deficiente, incompleto e irritable: a 20 años después de la caída (pactada entre Alfonsín y Duhalde) de De la Rúa el nacimiento de esos chicos que vivieron dos miradas, Kirchnerismo y anti kirchnerismo. De esa grieta emerge Milei y su motosierra. Como un burdo comic donde el General Ancap (asi se apoda su personaje Cosplay) nos lleva a un camino con un final feliz (“si me dan 35 años seremos como Estados Unidos”, dijo con ganas de violar la constitución).
“Nuestro país no solo merece esa crisis institucional, la necesita”, piensan alocados algunos dirigentes empresarios que se reservaron en el exterior mucho de su patrimonio. Para ellos que gane el peor de todos no sería otro capítulo más de la tormenta perfecta.
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