Este domingo se celebró la edición 49 de los premios Martín Fierro que entrega la Asociación de Periodistas de la Televisión y la Radiofonía Argentinas (Aptra). La última bajo la presidencia de Luis Ventura, según él mismo lo confirmó en el discurso de apertura.
El lugar común para hablar de la gala de Aptra como “reparto” se volvió con el correr de las cuatro horas de ceremonia la mejor síntesis. Y la responsabilidad no fue solo de un Marley ajustado al "rol del conductor" que anuncia y, cada tanto, interactúa con los presentes, sino también por el tenor general de los discursos de agradecimiento que no hicieron más que abonar la idea del delivery (reparto) ya mencionada.
Sin embargo, no todo fue tan correcto como el guión previo podría imaginar. Hubo anotaciones a mano (y pañuelo verde) alzada. Y salvo el cerrado aplauso para Roly Serrano, el resto de los momentos que le sacaron la pelusa a una gala con ganas de mirarse el ombligo fueron protagonizados por mujeres.
Es un hecho que Kate Millet nunca supo de Aptra. Y quizás tampoco Aptra de ella. La activista y escritora feminista esgrimió el axioma “lo personal es político” y con él sintetizó la lógica de opresión heteropatriarcal: se naturaliza en lo privado y garantiza su reproducción en el ámbito público.
¿A qué viene esto? A que el reclamo de Carla Peterson por el aborto seguro, legal y gratuito –“lleguemos a un acuerdo para que las mujeres no sigan muriendo”–, las palabras de Maite Lanata –que destacó el rol de "100 días para enamorarse" al instalar en el prime time el debate sobre las disidencias sexuales– el discurso de Lizy Tagliani –“les cuento a todos que los pobres sabemos y conocemos mucho más de lo que todos creen”– y el "histrionismo de género" de Leticia Brédice marcaron esos pocos tramos en los que lo político no fue la corrección, sino lo personal.
Se aclara: la suma de estos "momentos" no logró gravitar en la cuenta final que llegó a la una de la madrugada con el anuncio del Martín Fierro de Oro para 100 días para enamorarse.
La tira es la tercera ficción en obtener la estatuilla de manera consecutiva, después de El Marginal y un Gallo para Esculapio.
La ficción, que partía como favorita con doce candidaturas, competía con Sandro de América, la serie (ocho nominaciones), El lobista (seis) y Mi hermano es un clon (cinco).
Lejos de la previsibilidad en torno al reconocimiento a la ficción que emitió Telefé, la ausencia de Guillermo Bredeston en el segmento "in memorian" obligó a Luis Ventura a tener que pedir disculpas sobre el cierre de la transmisión. El presidente de Aptra explicó que la viuda del actor, la actriz Nora Cárpena, lo llamó para hacerle notar el error.
Dicho esto, se emitió completo el clip que recuerda a las personas ligadas a la industria televisiva fallecidas el último año. El cantante Ricardo Montaner había acompañado el primer video con una versión en vivo de "Cuando una amigo se va".
Volviendo al "reparto", la entrega de los gauchos televisivos empezó a las 21, con la presentación de Tini Stoessel en un falso vivo desde las terrazas del hotel Hilton de Buenos Aires. La vocalista hizo "22", el tema que grabó junto a Pablo Lezcano, de Damas Gratis, y el Kun Agüero.
Sin las presencias de Mirtha Legrand, Adrián Suar, Moria Casán, Mariana Fabbiani y Santiago del Moro, sí dijeron “presente” Susana Giménez y Marcelo Tinelli. Cerca de las 23, fue la actriz y conductora la encargada de anunciar el Martín Fierro honorífico para el vicepresidente de San Lorenzo. Los cinco hijos del conductor de ShowMatch –que cumple 30 años en la pantalla chica– le entregaron el crédito.
La diva pasó por la alfombra roja acompañada de su nieta, Lucía Celasco. Allí fue entrevistada por Leandro el Chino Leunis y Zaira Nara que animaron la previa desde las 19, junto a Lizy Tagliani, Toti Ciliberto, Agustina Casanova y Robertito Funes Ugarte.
Lo personal en la pantalla chica
Reconocida por su trabajo periodístico, Débora Pláger fue una de las primeras en alzar su voz para dar cuenta de las violencias machistas al reclamar “ni una menos” durante su discurso.
"Más mujeres en la ciencia, más ciencia en la tele”, apuntó María Eugenia López, una de las conductoras de La liga de la ciencia, programa ganador del Martín Fierro en el rubro Cultural/Educativo.
A su turno, Carla Peterson agradeció “a las mujeres que salieron a la calle y hablaron de algo a que a todas las mujeres nos pone en peligro”.
Con el pañuelo verde que identifica a la Campaña por el Aborto Seguro, Legal y Gratuito, exhortó: “A mí no me gusta hablar del aborto, pero tenemos que llegar a un acuerdo para que las mujeres no sigan muriendo”.
Peterson fue reconocida por su rol protagónico en una ficción diaria. Su compañera de elenco en 100 días para enamorarse, Maite Lanata, ganó la estatuilla a la mejor actriz de reparto.
Al recibir la estatuilla, a su genuina emoción sumó un “signo de los tiempos digitales": leyó las palabras de agradecimiento en su celular.
“Hay causas sociales en las que tenemos que estar”, dijo la actriz que interpretó a Juan, “un chico trans empoderado” en la producción de Underground.
En su parlamento destacó que el programa promovió "las discusiones y los derechos de las personas trans", reclamó la implementación de la Ley de Educación Sexual Integral –“el Estado no puede seguir mirando al costado”– y cerró con una cita de Carlos Jáuregui.
“Otra cosa más para empeñar”, lanzó Leticia Brédice al recibir el premio en el apartado mejor actriz protagonista en unitario y/o miniserie por su trabajo en El lobista
“Qué lindo esto que pasó a las mujeres. Al fin nos queremos. Al fin el talento de una mujer vale”, continuó.
“Que un productor no nos quiera fifar para tener trabajo. Todas las mujeres tenemos que lograr desde chiquitas decir no a lo que no nos gusta, a lo que no queremos”, cerró.
Lizy Tagliani agradeció su primer Martín Fierro –a la mejor labor humorística– “a toda la gente del medio” que la ayudó.
“Gracias a toda la gente que una vez, paradita atrás de una valla de la tribuna de Marcelo Tinelli dijo «que baile Lizy». A Santiago del Moro, una persona que me dio una gran oportunidad y que pensó que no era solamente una chica trans que lo único que podía hacer eran chistes sobre mis bigotes", continuó.
Y concluyó: "Hoy me dan la oportunidad de mostrar que las mujeres no solo somos mujeres trans o biológicas sino personas que están dispuestas a vivir y ser felices".
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