Joaquín Levinton armó el último año Los Estuches, una banda entre paralela y ocasional, para tocar "muchas" canciones de Sponsors, "algunas" de Turf –bandas que lo tuvieron de frontman y compositor– y temas pensados para un disco solista. 

Si bien el regreso del tercer grupo citado sigue su curso –con “Kurt Cobain”, “La canción del supermercado” y gira–, el vocalista intercala esa agenda con Los Estuches.

¿Por qué? “Porque si bien estoy muy metido con Turf ahora, tengo ganas de tocar muchas otras canciones que extraño y que no tienen espacio. Sponsors es una banda que amo y que tiene unas canciones que a mí me encantan”,  contó Joaquín Levinton a Rosario3.com.

El setlist incluye “canciones que compuse que no van para Turf sino para un disco mío, o algo así”.

—¿Estás pensando en un disco solista?
—Lo tenía listo hasta que empecé con lo de Turf y ahí lo puse un poquito en pausa para ponerme a componer para el grupo.

Un estuche supone un lugar en el que se guarda algo. Y si bien la respuesta quedó en pie, devino en una entrevista en la que el pop, las canciones y la justeza de un letrista distinto desembocaron en los goles, en cómo la confusión en la autoría del tango “Nada” dio origen a su par pop homónima, en “la chilena del Enzo”,  en la admiración por Antonio Alzamendi y en la veneración por el Mono Burgos.


El tiempo de composición de una canción varía según quién la firme (vaya obviedad). Y en el caso de Levinton, una letra puede llevar meses, años y “magia”.

“Cuando tengo que hacer la letra, corregirla y dejarla bien; eso sí que es muchísimo trabajo porque las letras tienen que ser perfectas (…) Pasa que estoy atento a lo que va pasando. Es ser observador y, de repente, cualquier cosa puede ser motivo de una canción”, sostuvo el vocalista.

—¿Cuál es el lugar menos pensado en que ese "observador" vio una canción?
—Mmm…no sé. Tengo que pensar mucho (…) El tema “Nada”, de los Sponsors, que para mí es una de las mejores canciones que hice y que me da lástima que no haya llegado a las personas porque es maravillosa, surgió mientras grababa en el disco de Dani (Daniel) Melingo. Veníamos como muy conectados desde hacía dos años, grabando músicas muy muy experimentales. Y me invitó a cantar en su disco. Veníamos con un tango y le dije: “Dani, no, mi voz no va con esto. Me encantaría pero no me sale”. Le dije que preferiría no cantar. Entonces, agarra la guitarra acústica y me toca “Nada”. Lo toca como si fuera una canción de Los Gatos. No lo conocía y me pareció hermoso. Yo le venía diciendo que se deje de romper las bolas con el tango y que haga canciones. “Qué temazo, al fin tenés una canción que va a ser un hitazo y vas a ganar mucha plata y no me vas a tener que pedir más a mí”, le dije. Entonces le pregunté: “¿Es tuya?”. Y no me contesta. “¿Es tuya?” “No”, me dice. Y le digo “la p… madre. Sabés qué voy a hacer ahora, me voy a ir a mi casa a componer una canción que se va a llamar «Nada», va a ser muy parecida y me voy a llenar de plata”. Y así fue que compuse esa canción, pero no gané un peso…


El Enzo, la chilena, el Mono y jugar de siete 

Todo comenzó con una breve enumeración de grupos que lo influenciaron –Ratones Paranoicos, Los Violadores, Sumo, Virus, Charly García– y, antes del punto final, citó a Pachuco Cadaver: “Eso es lo que yo iba a ver a Cemento en un momento en que Cemento era recontrareviolento. Yo los veía como estrellas de rock, y me dieron ganas de ser como ellos. Por eso me dediqué a esto. Y también porque no tenía la constancia para ser futbolista”.

—¿De qué jugabas?
—Delantero.

—¿Te probaste en algún lado?
—Sí, pero son muy buenos (risas) Humildemente, juego bien. Pero para estar ahí tenés que ser re bueno. Cuando uno es chico, los sueños ¿cuáles son? Ser futbolista o estrella de rock. Igual, me hubiera gustado ser futbolista porque podés hacer un gol.

—Pero vos tenés temas que son como goles: los canta mucha gente
—Y sí. Yo le di mi vida a la canción. Hace más de veinte años que dediqué mi vida a cantar. A cantar no para mí sino para las personas. Yo vine a cantar para ver si puedo pegar una buena.

—¿Qué sería “pegar una buena”?
—“Loco un poco”, en el 2001; esa fue una buena. Los (Auténticos) Decadentes en el 2001 tiraron “tanta alegría seguida me va  hacer mal…” Yo canto con la intención de transmitir alegría y que la gente se vaya con una sonrisa al día siguiente.

—Esto lo hablamos en otra nota, pero lo tuyo es el optimismo
—¡Más bien! Si yo me quejo es para pegarse un tiro. Si vivo de tocar la guitarra. Soy un tipo que tiene una vida muy privilegiada y soy muy agradecido. Mi deber es devolverle a las personas ese lugar en el que me han puesto para cantar.

—¿Qué gol te hubiera gustado hacer?
—Al ángulo.

—¿Y uno ajeno?
—El gol de Enzo (Francescoli) de chilena (…) El Enzo es mi ídolo. Pero como futbolista, me hubiera gustado ser Alzamendi. Un siete…Aunque sabés qué jugador me hubiera gustado ser: el Mono Burgos. Ahí tenés…

—¿Por qué?
—Porque el Mono es un guerillero. Lo veo y se me pone la piel de gallina (Nota: Levinton es hincha de River Plate)

Los Estuches son Agustin Della Croce, en teclados; Indio Márquez y Pato Lange, en guitarras; Gustavo Buchiniz, en bajo; y Augusto Giannoni, en batería.