Un festival es una suma de situaciones, voces, canciones, bandas, solistas, momentos “épicos” y recuerdos instagrameables. La convocatoria del Festival Bandera 2024, que se desarrolló el último sábado en el predio de la ex Rural, cerró una fecha con todo lo dicho antes, multiplicado por unas 25 mil personas.

El evento, que se extendió por unas doce horas –comenzó poco antes de las 15 y cerró en las primeras horas de este domingo– había publicado la advertencia de “localidades agotadas” una semana antes de la fecha. Entre las razones generales y particulares que explican la convocatoria está el line-up: casi una treintena de artistas y bandas integrada por Babasónicos, Trueno, Cielo Razzo, Eruca Sativa, Zoe Gotusso, Estelares, Guasones, Turf, El Kuelgue, Peces Raros y Dillom, entre otras y otros.

Esa condición de habilitar boleterías “solo para retiro” aventuraba una masividad que comenzó a moldearse desde temprano y escaló cuando la noche terminaba de instalarse.

La sensación, que se escuchaba entre parte del público y en diálogos con la organización, era que ese Bandera, que estaba cerrando con el set de Esteban Mellino y Cielo Razzo, había sido “el mejor”. La sensación fue certeza.

Escucha masiva


“Muchas gracias por permitir esta catarsis”, retribuyó Sebastián Andersen, vocalista de El Plan de la Mariposa cuando promediaba el show de la banda de Necochea. Una frase que ofició como síntesis de lo que ocurría arriba y abajo del Escenario Sur, ubicado en paralelo al Escenario Norte; ambos montados de espaldas a la avenida Gobernador Caesar.

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Mientras, en los alrededores y por las calles internas del predio, la marea catártica caminaba con remeras de Guasones, Ramones, Hendrix, Los Rolling Stones, Soda Stereo, Divididos, Nirvana, Sonic Youth, una con la leyenda “fuck your playlist” y varias de la selección argentina.

Pablo y Ale, sentados corredor de por medio, seguían de costado el recital de la banda de los hermanos Andersen, aguardando por Babasónicos, convencidos de que “era el mejor lugar”.

Para entonces, ya se habían presentado Luz Gaggi, Blair, Feli Ruiz, Caliope Family, AgusFornite2008 & Stiffy, Lucky Rivers, Mica Racciatti y Barfeye.

Crédito: @festivalbanderaok

Asimismo, Zoe Gotusso había desplegado su pop minimalista y Usted señálemelo, un setlist más afín a la medida de la banda. Párrafo aparte para Chita (Francisca Gil) y un concierto en clave performer /cantante (tiene con qué), que permitió escuchar en vivo ese pop atravesado por otros géneros (hythm and blues al reguetón) de los discos Encanto y Atelier.

El último sol de la tarde se escondía detrás del Escenario Norte. A nada de que el reloj marcara las 19, Dillom comenzó su set de hip hop hardcore con “Coyote”, “Piso 13” y “Mick Jagger”. “Rosario uno de mis lugares favoritos para tocar. El lugar del verdadero agite”, lanzó Dylan León Masa, en la previa de “Buenos Tiempos”.

A 20 minutos de esa demoledora clase de trap y trash en tres temas, Ainda se subía al Escenario Bandera, con alguna queja en el retorno que quedó saldada para la segunda canción.

Casi a la par de todo esto, en la fila frente a un puesto de comida vegana, Nadia le explicaba a su hermana cómo funcionan los festivales. Era su tercer Bandera. Las dos habían viajado desde Casilda para ver a Lula. A la izquierda, con media pizza en bandejas de cartón, dos “Mató” apuraban la cerveza para quedarse cerca del escenario montado sobre bulevar Oroño, a la espera de Santiago Motorizado.

El frontman de la banda platense completó su actuación con guiños a quienes habían ido a escuchar “su” banda: El Mató a un Policía Motorizado. En guitarra y voz, completó su recital con “El tesoro” y “Diamante roto” (acá, el acorde inicial fue con cita a “Boys don’t cry”, de The Cure).

Peces, monos y un pogo con mensaje al Indio


Antes de las 20, Peces Raros abrió una pista ficticia de indie dance que, sobre el cierre, volvería a agitar Mellino. La formación que lideran Lucio Consolo y Marco Viera desembarcó en el Escenario Sur con su sonido electropop. Con tramos entre el “acid” y las melodías, la dupla hizo su primer (y demoledor) show en el festival de Rosario.

A la par, Guasones –que ya juega de local en el Bandera– armaba el escenario para luego hilvanar un coro detrás de otro en “Pasan las horas”, “Eso estaba bien”, “Como un lobo” y “Reyes de la noche”.

Pablo y Ale ya estaban de pie. El espacio alrededor se había reducido y, sin bien el público había ingresado al predio “más temprano que otras veces”, según confiaron desde la organización, la masa humana frente a los escenarios comenzaba a asumir la condición de adjetivo: masiva.

En la otra margen física de la ex Rural, al frente de Turf, Joaquín Levinton reafirmaba su condición de “juglar del rock”: “Parece que hay fiesta en Rosario”.

Amparado en el apoyo vocal del guitarrista Leandro Lopatín y las grandes sutilezas del tecladista Nicolás Ottavianelli y el bajo de Carlos Tapia, la banda que este octubre reeditó “Pasos al costado”, con la colaboración de Milo J, tocó en formato quinteto “Loco un poco”, “Malas decisiones”, “Magia blanca”, “Cuatro personalidades”, entre otros temas.

Pero el momento parteaguas de la noche llegó con la convocatoria a un pogo a la vieja usanza: un gran círculo de gente que se abre para luego converger en el centro. Esa olla con base de césped y perímetro de cuerpos comenzó con un relato de Levinton, quien narró un (supuesto) intercambio con el Indio Solari en el que este le habría dicho: “En Rosario, no hay pogo”. Bueno, lo hubo.

En la otra punta, cercar de las 22.30, con un abigarrado tapiz de gente frente, como en un diálogo de juglares, Julián Kartún liberaba su linaje teatral para anunciar el habitual “show me your monkey” de El Kuelgue. En este llamado a "liberar el mono interior", las citas musicales a “Ala delta”, de Divididos, y “No se ve”, de Emilia, prologaron el cierre de la presentación que la banda completó con “La mirada”.

Con “Plo Plo”, “Bzrp free” y “Fuck el police”, Trueno abrió el último show del Escenario Norte. No lejos de la medianoche, Babasónicos hizo lo propio con el Escenario Sur. El festejado set tuvo a “Sin mi diablo”, “Irresponsable”, “El colmo”, Putita” y "Microdancing”, entre otras canciones

De este modo, comenzaba la recta final del evento, con las presentaciones (aún) restantes de Mariano Mellino, Eruca Sativa y Cielo Razzo.

Pasadas las dos de mañana, el Festival Bandera se colgaba una estrella más –la quinta– con uno de los line-up más fuertes, una "promoción" en la organización y la chapa de masivo.

Educación pública, Memoria y Rosario


Las demandas por una educación y una salud públicas y gratuitas, como así también el reclamo por la Memoria y la Justicia” llegaron desde el escenario Bandera.

Manuel Moretti, cantante de Estelares, elevó un “agradecimiento" a la Universidad de La Plata y a la Facultad de Bellas Artes "que me formó": "La educación es pública y gratuita. Igual que la salud”.

Por su parte, la vocalista de Eruca sativa, Lula Bertoldi instó desde el escenario a “levantar, en estos momentos, nuestra bandera, la bandera de la Memoria y la Justicia”.