En tiempos de hiper conectividad y fake news, Muse lanzó el último noviembre Simulation Theory, su octavo disco y cuya gira planetaria trajo de regreso al grupo británico por quinta vez a la Argentina.
Al cabo de dos horas de concierto y un listado de más de una veintena de canciones, la maquinaria sonora que integran Matt Bellamy, Dominic Howard y Christopher Wolstenholme hizo dialogar al power glam rock con el funk, el pop con el metal y a la tradición del brit pop con el gospel. A la par, desplegó un andamiaje lumínico y coreográfico en una receta que le permitió conjurar una alerta meteorológica hasta casi la última canción.
La presentación marcó el lanzamiento de Flow Music Experience, la plataforma de contenidos musicales de Telecom que permitirá seguir en distintos dispositivos conciertos en streaming y otras propuestas musicales on demand exclusivas.
La alianza entre el grupo telefónico y DF Entertainment anticipa una oferta de shows nacionales e internacionales para los próximos 12 meses que incluye a Rosario y Córdoba, y tiene como uno de los eventos destacados al Festival Lollapalooza.
Un pronóstico de más lluvias y tormentas para el último viernes en Capital Federal hizo que el comienzo de esta primera experiencia se adelantara una hora.
Así, "con el fin de garantizar la seguridad del público", los también británicos Kaiser Chiefs subieron al escenario montado en el Hipódromo de Palermo unos minutos después de las 18. Obligado por las circunstancias, el grupo de Leeds ofreció un breve set de media hora en el que no faltaron "Ruby " y "I Predict a Riot".
Seguido, lo hizo Airbag. El power trío que integran los hermanos Sardelli corrió la misma suerte que sus antecesores: un ajustado listado de temas –que incluyó "Un día diferente", "Vivamos el momento" y "Por mil noches"– mientras el público seguía ingresando al predio.
Para las 20, el frente de tormenta que había promovido los cambios se organizaba en el horizonte del predio porteño. Una luna casi llena bajaba sobre el óvalo central. En el escenario allí montado, los engranajes de la máquina sonora, lumínica y coreográfica de Muse comenzaban a crujir. La teoría del simulacro distópico iniciaba su camino en Buenos Aires.
Simulation Theory plantea un mundo y tiempo en el que la realidad virtual y la fantasía cruzan el límite de lo posible hacia lo palpable. Eso contempla un vivo con fanfarria de androides que bailan a tiempo, guardias de cascos, escudos y catsuits lumínicos, papel picado, humo, una suelta de globos y hasta una enorme figura de parentesco lejano con Terminator emergiendo del escenario.
Todo esto sumado a la profusión de neones y leds conformaron una puesta escénica teatral y extravagante que remite a relatos (literarios y cinematográficos) del sci-fi y la new wave ochentosa. Las camperas de Bellamy fueron una síntesis de ello, una suerte de Devo de este siglo.
"Algorithm" –solo en intro–, "Pressure", "Psycho" y "Break It to Me" abrieron el concierto que siguió con "Uprising". "No van a obligarnos, no van a degradarnos, no van a controlarnos" clama el estribillo de esta última, cuyo remate augura una victoria que marcó el inicio de una serie de coros entusiastas entre el público.
"Propaganda" señaló el regreso a las canciones de Simulation, mientras una troupe de "guardianas antisistema" disparaba humo de sus armas futuristas. La siguió "Plug In Baby", del segundo disco de la banda (Origin of symmetry).
"Uprising", "Supermassive Black Hole" y "Madness", por citar algunos temas de placas previas, se fueron intercalando con los más recientes y uno votado por el público. La compulsa lanzada desde el escenario por Bellamy y Howard (batería) fue entre "Showbizz" y "Bliss". El primero fue el más vitoreado en una ajustada definición.
Y si bien Bellamy y sus por momentos "soldados" de armaduras brillantes ya habían recorrido previamente la pasarela que se despegaba del escenario principal hacia uno más pequeño y circular, "Dig Down" reunió al cantante, al baterista y a Wolstenholme (bajo) para recrear con instrumentos acústicos la versión gospel que cierra el último álbum.
Con "Mercy", el vocalista tuvo su encuentro con las manos de la primera fila, detrás de la valla. Chocó las palmas y regresó al escenario envuelto en una bandera Argentina. Una cortina de papel picado selló el momento épico que inició el camino hacia la última parte del show. Le siguieron "Hysteria" y "Time Is Running Out".
En un sentido literal, el tiempo se acababa: la amenaza de nubes cargadas sobre el horizonte ya era una realidad, entre truenos y lluvias dispersas. El alerta del principio ofreció su cuota de realidad a la puesta en escena.
"Prelude" y "Starlight" iniciaron la recta final hacia "Knights of Cydonia" que selló un concierto cuyo andamiaje distópico operístico encontró en las cualidades escénicas y vocales de Bellamy un aliado capaz de encarnar el desencanto.
Sobre la organización
Flow es la plataforma de contenidos de entretenimiento en vivo y a demanda de Telecom. Actualmente, permite disfrutar más de 13 mil horas de contenidos a demanda.
Fundada por Diego Finkelstein, DF Entertainment cuenta con 20 años de trayectoria dentro de la industria del entretenimiento. La firma tiene a su cargo el desarrollo integral de Lollapalooza en Argentina.