A poco de dictarse la prisión preventiva para el taxista acusado de matar a un supuesto ladrón, otro hecho de inseguridad y violencia sacudió a los tacheros. Un chofer fue baleado este lunes por la noche en un intento de asalto. El caso enfureció a peones y titulares que decidieron este martes en asamblea iniciar un paro de actividades a partir del mediodía y hasta las seis de la mañana de este miércoles.
“Que el mundo se entere cómo se vive en Rosario”, dijo el secretario general del Sindicato de Peones de Taxis, Horacio Boix en contacto con Radio 2 sobre la magnitud de la medida. El sindicalista señaló que el sector busca generar un acontecimiento que trascienda los límites municipales para generar así una reacción de parte de las autoridades de una vez por todas; y en tal sentido pidió el acompañamiento de todos: “de todos los gremios y cámaras empresarias”.
Ya antes de ingresar a la asamblea, Boix se había mostrado indignado por este nuevo hecho de inseguridad. Fue la gota que colmó el vaso.
Boix explicó que los ánimos entre los taxistas están caldeados. Aseguró que la situación es “insostenible”, que tienen miedo y se sienten desprotegidos.
Sobre el tachero preso por el homicidio de Brian Aguirre, Boix volvió a expresar el apoyo del sindicato al compañero y repudió la celeridad que tuvo la Justicia para arrestarlo, velocidad que no tuvieron –llamó la atención– para atrapar, por ejemplo, a los asesinos de Hugo Camilo, el taxista matado este enero cuando salió en ayuda de un colega.
Este lunes, Peones llevaron a cabo una manifestación en la puerta de Tribunales provinciales para pedir la libertad del compañero de 38 años acusado del crimen de Aguirre. La semana pasada, reconocieron que los trabajadores del sector “a veces” portan armas para combatir los robos.
La gota que colmó el vaso
Este lunes por la noche un taxista de 37 años sufrió una herida de bala en la espalda cuando intentaba escapar de dos delincuentes que lo abordaron en barrio Tío Rolo.
Según fuentes policiales, el hecho ocurrió alrededor de las 21 cuando el taxista dejó a tres pasajeros en la dirección indicada. Tras estacionarse, dos hombres en moto le apuntaron y fue entonces que el tachero se dio cuenta que lo habían emboscado. Pisó el acelerador pero una de las balas que le dispararon rozó su omóplato.
Estaba ahora internado en el sanatorio Mapaci, fuera de peligro.
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