Rubén Benítez, el más antiguo de los custodios de Alberto Nisman, fue pasado este miércoles a disponibilidad, y ya son tres los agentes separados hasta que se aclare cuál fue su participación en el marco de la muerte del fiscal.
Así lo confirmaron fuentes policiales a Télam, que aclararon que fueron separados "de manera provisoria" hasta que se aclare su situación en la causa, sobre todo por el rol que cumplieron horas antes del deceso de Nisman.
La medida contra Benítez se suma a lo dispuesto este martes, cuando fueron apartados otros dos custodios, el suboficial Armando Niz y el sargento Luis Miño, ambos de la Policía Federal, quienes estaban a cargo de la custodia del fiscal especial para la causa Amia el día que apareció muerto.
"Fueron apartados a partir de las primeras conclusiones arrojadas por el sumario administrativo", indicaron las fuentes. Además de ese trámite, Niz y Miño habían declarado ante la fiscal que lleva el caso, Viviana Fein, y sus exposiciones había reflejado contradicciones.
Se trata de los dos custodios que dijeron haber llegado al edificio donde vivía Nisman el domingo 18 a las 11 para encontrarse con el fiscal que, declararon, los había citado.
Los custodios reportaron a sus mandos todo lo ocurrido ese día recién a las 22.40, cuando ya habían ingresado a la casa de Nisman su madre y el juez que intervino en la causa durante el primer día de investigación.
El custodio apartado de su cargo este miércoles, Rubén Benítez, era el más antiguo de los suboficiales que integraban la custodia del fiscal, ya que comenzó a trabajar con Nisman en 1999 y, según publicó Infobae, existía una relación de cierta confianza entre ellos.
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