El ex director de la Side, Miguel Ángel Toma, afirmó que la muerte del fiscal Alberto Nisman “fue un homicidio, no importa si el gatillo lo apretó un sicario, un yihadista o la propia víctima”.
“No se quería que Nisman expresara frente al Congreso mostrando las pruebas que tenía de la brutal denuncia que había hecho. Las responsabilidades recaían sobre el gobierno argentino y también sobre el iraní”, amplió en declaraciones al diario El País de Uruguay.
Toma, que estuvo al frente de los servicios de inteligencia durante el gobierno de Eduardo Duhalde, se mostró cauteloso a la hora de hablar del autor intelectual de la muerte del fiscal federal. “No tengo la certeza de quien lo hizo”, señaló. “En virtud de lo que yo estoy viendo del desarrollo de la investigación no descarto que acá haya una participación iraní. Una operación de un sicario profesional sale cinco mil dólares. Hace el trabajo y enseguida se toma el avión. No deja pistas”, añadió.
Sin embargo, el ex jefe de inteligencia aseguró que el principal beneficiado de este hecho, sumado a la expulsión de Stiusso de la Secretaría de Inteligencia, es el gobierno, ya que se desactivó a quienes habían impulsado “desde el punto de vista judicial y operativo”, la investigación. “Por suerte al juez de la causa, Ariel Lijo, no se lo va a condicionar así nomás”, consideró.
Además, Toma consideró en el programa A Diario (Radio 2) que el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner generó la disputa entre grupos de inteligencia de la que la presidenta habló en su discurso de este lunes, ya que primereó la inteligencia militar con el aumento de fondos presupuestarios “en un país sin conflictos como Argentina”.
“Eso sumado a la disolución de la SI da la victoria de la competencia a la inteligencia militar”, opinó Toma, que amplió: “Hay una premisa que dice que cuando un régimen entra en crisis, militariza los mecanismos que le hacen obtener la legitimidad o legalidad por la vía del ejercicio de la autoridad y la manipulación autoritaria. Es como volver al terrorismo de Estado” sentenció.
Con respecto a la disolución de la Secretaría de Inteligencia, consideró que “es cambiar el collar pero dejando al mismo perro”. “El problema y la responsabilidad no es de las instituciones sino de quienes la conducen”, concluyó Toma.
Miguel Ángel Toma (Radio 2)