Este martes se conoció una nueva confesión de Ernesto Clarens por “los cuadernos de las coimas”. Entre otras cosas, reveló que el kirchnerismo había recaudado 30 millones de pesos de forma ilegal para el plan nacional de viviendas Sueños Compartidos de la Fundación Madres de Plaza de Mayo. El ex apoderado de la Fundación, Sergio Schoklender, habló con Radio 2 y disparó contra todos. Dijo que era “vox populi” el cobro de coimas por obra pública pero que había otras “tres cajas gigantescas, descomunales” para recaudar. Cree que el actual gobierno de Mauricio Macri también cobra coimas pero menos y que Clarens sabe mucho más de lo que dijo.
“Era vox populi lo que pasaba con la obra pública. (…) Esto es algo que existe desde tiempos inmemoriales, supongo que desde la colonia, la diferencia es que a estos muchachos (por el kirchnerismo) se les fue la mano. Era tal el nivel de impunidad que no tenían limite. No había obra, programa, o plan que no se pusiese en marcha para recaudar”, sostuvo en contacto con los periodistas Roberto Caferra y Evelin Machain del programa Radiópolis.
“El país está plagado de rutas que no se terminaron, que no van a ningún lado, calles que figuran asfaltadas y son de tierra”, graficó.
Con todo, llamó la atención que “la obra pública no fue el mayor robo que se hizo en el país”. Dijo que “hubo además otras tres cajas gingantescas, descomunales”: los créditos del Bicentenario; los bienes de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (Onabe), y el “que le gana a todos”, la evasión impositiva. “Pero no el del quiosquito, del almacén, de la feria de ropa, el de los grandes grupos económicos, de las grandes empresas. Así como pagaban coimas para hacer obras que no se hacían, también pagaban para no pagar impuestos”, aseguró y disparó: “No se salva nadie”.
“Así como esto existió siempre, me cuesta creer que el día que asumió Macri se terminó la cartelización en la obra pública. La mayoría de las empresas son las mismas que hoy están trabajando y funcionando”, agregó. En tal sentido, sostuvo que va a creerle a los cuadernos “cuando aparezca Nicky”. Se refería a Nicolás Caputo, el empresario de la construcción primo hermano de Luis Caputo, actual presidente del Banco Central.
“Allá arriba medio que todos se juntaban”, observó e ilustró con una anécdota, cuando el entonces secretario de Obras Públicas, José López, lo llamó desesperado para evitar que hiciera un escrache frente a la casa de Nicolás Caputo. “Me dijo que no me metiera, que era socio”, recordó.
Sueños compartidos: la puja por las viviendas en Rosario
Sobre la obra que las Madres pretendían hacer en el barrio Toba rosarino en el marco de Sueños Compartidos, Schoklender recordó que fue muy difícil, principalmente por la renuencia de la Municipalidad, que según él pretendía construir allí torres privadas.
“Fue la única obra que logré realizar para una comunidad originaria en todo el país porque ni Néstor ni Cristina (Kirchner) querían apoyar obras para comunidades originarias. Tenían bastante desprecio”, destacó.
Con todo, Schoklender comenzó la obra pero no la terminó. En 2011 renunció a la Fundación “porque no estaba de acuerdo con todos los manejos” y la institución –contó– “fue ocupada por gente de López y (el ex ministro de Economía, Amado) Boudou”.
La construcción de las viviendas en el barrio Toba comenzó en 2010. En la primera etapa estaba previsto que se construyeran 250 viviendas, un salón de usos múltiples, una escuela y un centro de salud. En un segundo capítulo se pensaban levantar otras 244 casas.
En el medio estallaron las denuncias por corrupción y la Fundación Madres traspasó la segunda etapa de la obra a la firma Pecam, mediante un convenio que aprobó el Ejecutivo Municipal y ratificó el Concejo para la segunda etapa de la obra.
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