Dos de los empresarios más importantes del país fueron citados a indagatoria por el juez Claudio Bonadio en el marco de la causa conocida como Cuadernos de la corrupción K. Se trata de Paolo Rocca y Marcelo Mindlin, quienes deberán comparecer ante el magistrado los próximos 16 y 17 de octubre. Comenzó de esta manera la segunda fase de la investigacón que se inició el último día de julio pasado con la detención del chofer Oscar Centeno.

El sitio Infobae.com publicó hoy que el juez Claudio Bonadio citó a indagatoria en la causa iniciada por los anotaciones de Centeno a Paolo Rocca, principal accionista del conglomerado Techint, y a Marcelo Mindlin, importante empresario del sector energético, que compró la empresa Iecsa, de la familia Macri.

Según pudo confirmar a través de fuentes judiciales, las indagatorias de dos de los principales empresarios de la Argentina están pautadas para el 16 y 17 de octubre próximos.

Bonadio procesó la semana pasada a Luis Betnaza, uno de los hombres importantes de la operación de Techint en la Argentina, quien declaró en indagatoria en la causa y admitió haber pagado coimas. El magistrado le dictó falta de mérito a Héctor Zabaleta, hombre de Techint, encargado de hacer los pagos a Roberto Baratta, mano de Julio De Vido en el Ministerio de Planificación durante el kirchnerismo.

Los fiscales Carlos Stornelli y Carlos Rívolo en la apelación pidieron el procesamiento de Zabaleta. Betnaza admitió haber ordenado a Zabaleta la entrega de dinero para lograr que ex funcionarios kirchneristas intercedieran ante autoridades venezolanas por la compañía SIDOR.

La dirección de las oficinas de Mindlin, en tanto, aparecen nombradas en las anotaciones del chofer Centeno. Y por eso el juez, luego de que se sumara información en el expediente, decidió el llamado a indagatoria.

Bonadio-según informaron las fuentes judiciales- también citó a otros dos empresarios: Rubén David Aranda de la empresa Chimen Aike uno de los empresarios investigados por la defraudación en el Yacimiento Carbonífero Río Turbio y a Alberto Padoán, de la firma Vicentín, porque en los cuadernos de Centeno apareció la patente de un auto que se relacionó con esa empresa.