Ucrania rechazó este lunes los corredores humanitarios hacia Rusia y Bielorrusia propuestos por Moscú y se prepara para nuevas ofensivas, tras sufrir numerosos bombardeos por tierra, aire y mar, entre advertencias rusas de que preparaban un asalto a la capital Kiev y civiles aterrorizados intentando salir del asediado puerto de Mariupol.

El Ejército ruso anunció la apertura de corredores humanitarios para evacuar civiles
Las tropas rusas lanzaron duros ataques en el sur de Ucrania, donde fue bombardeada Mikolaiv, entre las ciudades de Jerson, capturada la pasada semana, y Odesa, la principal ciudad en la costa del mar Negro, que aún controlan autoridades ucranias, pero está entre los objetivos inminentes de Rusia, denunció el presidente ucraniano Volodimir Zelenski.

Mikolaiv, de 480.000 habitantes, es uno de los tres puertos más grandes del país, y se encuentra bajo asedio ruso desde hace días.


 

En el duodécimo día de la operación lanzada por el presidente ruso, Vladímir Putin, sus tropas lanzaron nuevamente ataques para controlar la ciudad, lo que constituiría un importante avance en su camino hacia Odesa, 150 kilómetros hacia el suroeste, y le brindaría otro punto de control de la costa hacia el mar Negro.

También fue atacada Jarkov, al norte del país, mientras se estrecha el cerco contra la capital Kiev, que se prepara para resistir.

El ejército ruso dispuso este lunes a primera hora la suspensión temporal de ataques en algunas zonas con fines humanitarios y la apertura de corredores para evacuar a civiles de ciudades como Kiev, Jarkov, del puerto sitiado de Mariupol y de la localidad de Sumy, cerca de la frontera rusa.

Pero la mitad de estos corredores se dirigen a Rusia y Bielorrusia y el Gobierno ucraniano rechazó de pleno la propuesta.

"No es una opción aceptable", dijo la viceprimera ministra ucraniana, Iryna Vereschuk. Los civiles evacuados de las ciudades de Jarkov, Kiev, Mariupol y Sumi "no irán a Bielorrusia para luego tomar el avión e ir a Rusia", advirtió.

La ofensiva rusa, lanzada el 24 de febrero, llevó a más de 1,5 millones de personas a salir de Ucrania y muchas más fueron desplazadas dentro del país o están atrapadas en ciudades bombardeadas por Rusia.

Además, el agravamiento del conflicto también está provocando turbulencias financieras y un aumento vertiginoso del precio del petróleo y del oro.


Denuncian que crecen los ataques

 

El Estado Mayor de las Fuerzas Armadas ucranianas denunció este lunes que "el enemigo continúa la operación ofensiva contra Ucrania, enfocado en rodear a Kiev, Jarkov, Chernigov, Sumy y Mykolayiv.

"Los ocupantes rusos intentan concentrar sus fuerzas para una nueva serie de ataques", dijo por su parte el ministro ucraniano de Defensa, Oleksiy Reznikov en Twitter.

En la capital, los soldados ucranianos fueron vistos preparándose ante un posible ataque ruso, colocando explosivos en lo que dicen ser el último puente intacto en el camino de las fuerzas rusas.

"La capital se prepara para defenderse", dijo el alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, en la aplicación Telegram. "¡Kiev resistirá! ¡Se defenderá!", agregó.

En Lugansk, una de las regiones en el este bajo control de los separatistas prorrusos, una fuerte explosión provocó hoy un incendio en un depósito de petróleo, según la agencia de noticias rusas Interfax.

En la ciudad portuaria de Mariupol, fracasó este domingo un nuevo intento de permitir la salida de civiles por el no respeto de un alto el fuego acordado, del que se acusan mutuamente rusos y ucranianos.