Mientras recorría las calles de Rosario el Ministro de Desarrollo Social de la Argentina Daniel Arroyo disparó ayer una frase clave en el debate político actual: “El objetivo es transformar planes sociales en trabajo”. Su misión era en esa caminata, junto a Omar Perotti, presentar el Plan Potencia Trabajo que el Gobierno Nacional destinará a la población más vulnerable del país agrupando los planes otorgados para mejorar condiciones de empleo y generar nuevas propuestas productivas: una utopía compleja en estos tiempos covid donde la pobreza crece impiadosamente.
En contacto con Radiopolis (Radio 2), el ministro fue más contundente en las inquietudes críticas de la gestión. “Nuestra tarea es resolver la pobreza porque hoy ser pobre es vivir como en el siglo XIX. No tener vivienda digna, sin agua, sin energía, afuera de todo. No tener piso de material en su casa, es un detalle pero genera un daño enorme. Y ponerles dinero en el bolsillo a las familias para que puedan alimentar a sus hijos. Eso debe ser política de estado. Sin grietas”, dijo
Para Arroyo es imperioso apagar los incendios producidos por la grieta. “En Argentina hay 4400 barrios hacinados (villas). Allí viven más de 4 millones de personas. Y revertir esta tarea nos puede llevar más de 10 años. Tienen que ser una política de Estado, es un problema de toda la dirigencia. Excede a un ministro o a un gobierno. Tenemos que resolver este problema que es estructural y urgente. Hay un 57% de chicos pobres. ¿Y cómo resolvemos eso? Que los chicos vayan al jardín. Pero tampoco hay jardines para todos. Por eso estamos proyectando 800 jardines de infantes porque es esencial. Los niños de 3, 4, 5 años tienen que ir al jardín. Esto está afuera de la grieta. Nuestra tarea central es generar trasformaciones profundas”, amplió.
El fin de semana pasado se anunció el Plan que amplía derechos de alimentos a niños de 14 años. Incorporando en total más de 4 millones de niños que en Argentina comen gracias al aporte del estado en los bolsillos de sus madres. La inversión en este paso supera los 25 mil millones de pesos. Para Arroyo la clave es mejorar la vida de la población vulnerable con herramientas prioritarias: la alimentación y la escolaridad para los niños.
-Se acusa al peronismo de fabricar pobres por conveniencia política. ¿Cómo se responde esa acusación?
- Primero que mi tarea es apaciguar, serenar, no encender la mecha. Tenemos una situación muy crítica en Argentina, hay mucha gente que la pasa mal, muy mal. Hay 10 millones de personas en los comedores, incluso los que hacen changas, y que terminan de hacer la changa e igual se va a un comedor. Podemos pensar en un futuro mejor, pero primero trabajemos para eso. Los chicos tienen que comer bien e ir al jardín. Vivir en un lugar con servicios, con piso de material, con trabajo. Y eso está afuera de toda grieta
Para Arroyo la clave de construir una nueva cultura de trabajo empieza en el Jardín Maternal, en la primera escolaridad. “Si el pibe se levanta todas las mañanas, se viste, se peina y se va a clases y hace eso todos los días, más allá del aprendizaje del alumno, lo que genera es una rutina que de adulto hace a esa mentada cultura del sacrificio y el trabajo. Soy optimista porque hay mucha gente que coincide con esa mirada. Bajar los precios de los alimentos, subsidiar la compra de alimentos y escolarizar. Tres herramientas urgentes”, finalizó.
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