En medio del debate en torno al financiamiento de las universidades en Argentina, con el veto de Javier Milei a la ley que fue aprobada en el Congreso luego de la masiva marcha federal en defensa de la educación pública del miércoles pasado, el reconocido médico Hugo Tanno, profesor Honorario de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), sostuvo que “hay gastos que deben revisarse” y cuestionó, apoyado en su vasto conocimiento de la casa de estudios rosarina, el elevado número que tiene de estudiantes extranjeros. “En un momento donde el país necesita un recorte, es un gasto que no se puede justificar”, dijo este lunes en Radio 2. 

El docente e investigador, referente y consultor experto en Gastroenterología y Hepatología a nivel nacional, aclaró que es un ferviente defensor de la universidad pública y que de ningún modo sus afirmaciones van en contra de su pensamiento, y señaló que “sin defender la posición de Milei” cree que es necesario “replantear” cómo se invierte el dinero en las universidades, “por el bien de los argentinos y por aquellos que quieren formarse y estudiar realmente, como era muchos años atrás”.

Para Tanno el debate “es político e ideológico” y expresó que “hay una diferencia” entre gasto y utilidad del gasto. “Lo que gasta la universidad está dado para una innumerable cantidad de inversiones que la facultad necesita para sobrevivir. Pero hay gastos que deben revisarse. Uno se pregunta cuáles son, hay que especificar las razones del gasto”, explicó en diálogo con el progama Radiópolis. 

El médico rosarino dijo que no tiene cabal conocimiento de lo que ocurre en todas las instituciones del país pero que sí puede hablar de la Facultad de Medicina de la UNR, sobre la cual cuestionó que tenga “un porcentaje altísimo de estudiantes extranjeros” y ubicó a ese fenómeno como “un gasto que se puede eliminar” en este momento de crisis. 

Si bien desconoce el número exacto del número de extranjeros que cursan en la Facultad de Santa Fe y Francia, recordó que en un momento “rondó casi la mitad de la los ingresantes” de primer año: “Me parece que eso, en un momento donde el país necesita un recorte, es un gasto que no se puede justificar. Yo viví en Brasil y no había estudiantes argentinos”.

Según datos oficiales brindados en enero de este año, la población de la UNR alcanzó los 86.849 alumnos, de los cuales, estableció el rector Franco Bartolacci, alrededor del 5% es extranjero. A su vez se indicó que la mayoría proviene de Brasil y son estudiantes de la Facultad de Ciencias Medicas.

Tanno aseguró que reducir el número de estudiantes beneficiará la “excelencia” de la enseñanza. “Al tener más docentes con menos alumnos, hay mejor docencia, eso yo lo sé. No es lo mismo enseñarle a 10 alumnos que a 30”, dijo y agregó que “ese gasto –el de los extranjeros– está en contra de la excelencia”. 

"Esto se presta a un debate serio. No es ponerse la camiseta del recorte de la universidad o el no quitarle dinero. Hay que replantearlo para que la universidad vuelva a ser la que fue. Aquella de la que estábamos orgullosos. Hubo un continuo deterioro. No puede ser que un estudiante sea aplazado y no figure en la libreta el aplazo, eso es horrendo, matar el nivel”, concluyó el reconocido docente y médico. 

Arancelamiento para extranjeros


 

Luego de las tensiones generadas en torno al veto de la ley de financiamiento universitario, que ahora debe ser sostenido o rechazado en el Congreso, el gobierno nacional se prepara para reglamentar el cobro de aranceles a estudiantes extranjeros no residentes en las universidades públicas.

Según informó el diario La Nación, la medida forma parte de la normativa incluida en la ley de Bases y, además, propone ajustar los criterios de distribución de recursos en las universidades en función de la cantidad de alumnos y graduados.

Javier Milei oficializará esta normativa en los próximos días, tras las tensiones surgidas por su reciente veto a la ley de financiamiento universitario.

La medida, que será oficializada a través del Ministerio de Educación, permitirá que las universidades decidan si aplican o no los aranceles a los extranjeros.

Además, incluye modificaciones en la distribución presupuestaria y la evaluación del sistema educativo, aunque algunos sectores universitarios expresaron no haber sido consultados previamente.