Ignacio Malcorra hizo el gol del triunfo de Central sobre Newell's en el clásico rosarino del último domingo en el Coloso y lo festejó de una manera muy particular. Al salir corriendo hacia un costado, después de acomodar la pelota con clase junto a un palo, desplegó los “pasos prohibidos” del “Latigo” Suárez, un personaje salteño cuyo baile se viralizó tiempo atrás.
Rolando Antonio Suárez tiene 45 años y desde hace más de 25 trabaja como maletero en la Terminal de Ómnibus de Salta. Alcanzó la popularidad sin darse cuenta. En una fiesta, se entregó al ritmo como nunca y fue filmado por su hermano Oscar, con la diferencia de que ese registro sería compartido en redes sociales y más tarde viralizado.
“No estaba en los planes. Pasé por la terminal y me señalaban, me nombraban. Sentía que se reían de mí, pero en realidad me estaban saludando. Les respondía que no, que yo no era. Entonces lo llamé a Oscar y le dije: «¿Qué hiciste, hermano?». Me respondió que lo había subido sin querer”, explicó Suárez a TN.
“Sonaba una canción de las Culisueltas. Me dicen «Látigo, pasitos prohibidos» por lo que yo bailaba: «la Jenny y la Kitty, ella quiere látigo. Látigo, látigo, látigo»”, recordó en la misma nota con el canal de televisión.
Esos mismos pasos son los que intentó emular Malcorra tras convertir en el clásico, fruto de una promesa que le hizo al programa Paso a paso (TyC Sports) después de la primera fecha de la Copa de la Liga, cuando el Canalla visitó a Atlético Tucumán.
A Nacho ya lo habían comparado físicamente con el cantante mexicano Peso Pluma, el mismo que quedó en el ojo de la tormenta por su infidelidad a la rosarina Nicki Nicole, pero esa noche el periodista le mostró un video con otro posible parecido: era el “Látigo”, que tiene un corte de pelo parecido al del volante, al estilo rollinga, con el flequillo recto, los costados rapados y más largo atrás.
“Para la próxima hago el bailecito para Paso a paso”, dijo el 10 de Central. Y justo se destapó en el clásico rosarino del domingo. Lo curioso es que el futbolista, en medio de la euforia por el gol, se acordó del pasito y cumplió.
Las zapatillas
Otro de los momentos tensos que dejó el clásico en el Coloso fue el duelo entre Malcorra y los hinchas de Newell's cada vez que el volante se aproximaba a los costados de la cancha para lanzar un tiro de esquina. Durante todo el partido le arrojaron cosas, sobre todo encendedores, pero un simpatizante no tuvo mejor que idea que tirarle un par de zapatillas después del gol que hizo.
Con humor y relajado por la victoria, Nacho mostró el calzado en una nota con un canal de televisión y bromeó: “Se las dejo acá en el club al muchacho, vení a buscarlas”.
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