Tras la decisión de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia I+D+I) de cancelar completamente la financiación de todo proyecto de investigación posterior a los presentados en 2022, hubo un clima de incertidumbre en el ámbito académico de los investigadores.
En los laboratorios y grupos de científicos, cayó “como una bomba” el anuncio de la medida que este miércoles publicó Rosario3, según aseveró el doctor en medicina e investigador superior del Consejo de Investigaciones de la Universidad Nacional de Rosario (CIUNR) y del Conicet Rosario, Oscar Botasso.
“Uno se pellizca y no lo puede creer. La agencia subsidió fomentando la ciencia de forma ininterrumpida en todo el país desde 1998”, destacó Botasso, en diálogo con el programa La Primera de la Tarde (Radio 2).
Expresó su anhelo de que “el Gobierno recapacite porque los montos para el Estado tampoco son tan altos. Si no hay conocimiento, no se puede pensar en soluciones a los problemas que tiene el país”.
Botasso destacó que para la sostenibilidad de la Agencia I+D+I “había un canal de financiación que venía del Banco Interamericano de Desarrollo, que Argentina era miembro de su trío honorófico, junto a Brasil y Mexico”.
“Me tocó coordinar cinco años la investigación en el área de Medicina, y puedo decir que fue un círculo virtuoso, porque para entrar a ese sistema, las condiciones son de excelencia”, aseveró.
Consultado en torno a cómo se vivía el asunto financiación, este último tiempo, que tampoco era regular, resaltó: “No han pagado los dictámenes de los proyectos ganados de 2022 (que fueron anunciados en 2023). Y los ganados de 2023, anunciados este año, están en un túnel oscuro que no se entiende”.
Estableció que “el año pasado no era ideal, pero el sistema funcionaba, ahora estamos en terapia intermedia, porque sin la financiación no se puede seguir investigando, y eventualmente necesitaremos los ventiladores intensivos”.