En medio del brote de dengue y como parte de un proyecto del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) y del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), en la provincia ya se siembran peces para que se coman a los mosquitos y sus larvas como medida preventiva.
Este jueves se llevó a cabo el experimento en un country de la ciudad de Santa Fe y los especialistas abren la propuesta gratuita para que sea imitada en otros barrios, clubes, instituciones y municipios que estén interesados.
Un pez cuyo nombre científico es australoheros facetus y es más conocido como “chanchita”, castañeta, cará o chata, es una especie que habita en la Cuenca del Plata y cada ejemplar es "capaz de consumir más de 500 larvas de mosquito en menos de un día", detalló Ariel Belavi, Coordinador Nacional Acuicultura en Inta.
"Esto los hace ser un efectivo enemigo natural de los mosquitos y un excelente controlador biológico", aseguró el investigador.
La investigación demostró que esta especies, y otras como el camarón de río y el camarón fantasma o de agua dulce, pueden cultivarse en espejos de agua artificiales de ciudades y zonas periurbanas.
En ese sentido, según publica este jueves el diario El Litoral de Santa Fe, durante el día se llevó a cabo una siembra en el country Aires del Llano de esa ciudad para reducir al mosquito que además del dengue transmite enfermedades como zika, chikungunya, fiebre amarilla o malaria.
La primera implantación fue de 200 ejemplares de australoheros facetus en cuatro lagunas de entre 2.300 y 3.500 metros cuadrados dentro del citado country para que puedan alimentarse del insecto invasor. El año pasado, por caso, ya se había realizado la experiencia también en el country Funes Lake, de la ciudad vecina de Rosario.
El brote de dengue lleva, hasta el último reporte epidemiológico emitido por el Ministerio de Salud santafesino el viernes pasado, más de 37 mil casos confirmados en la provincia y 17 muertos por esa enfermedad. Aunque los mosquitos también transmiten dolencias como zika, chikungunya, fiebre amarilla o malaria.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), las patologías transmitidas por mosquitos provocan unas 700.000 muertes al año en el mundo, por lo que controlar la presencia de estos insectos es un modo de reducir la incidencia de las enfermedades que transmiten, advirtió el Inta.