La llegada de la primavera y sus primeros calores son el inicio también de la temporada de mosquitos en Rosario y la región. La población de insectos, que en el invierno se reduce a una mínima expresión, recobra fuerzas con las temperaturas intermedias y las lluvias. Ante el anuncio de la llegada de la Niña, lo que anticipa escasas precipitaciones, surgió la duda de qué pasará con los mosquitos.
El ingeniero agrónomo y docente de la facultad de Ciencias Agrarias de la UNR, Luis Vignaroli explicó en El mejor día de la semana (Radio 2), que este tipo de insectos necesita si o si de un período de agua. “Sino, se corta el ciclo y no existe el mosquito”, remarcó.
Pese a esto, aclaró que la falta de lluvia o la bajante del río pueden interferir, pero eso no alcanza para erradicar a estos insectos ya que los huevos son resistentes y permanecen activos hasta que toman contacto con el agua y allí se inicia el proceso embrionario. “Si bien las condiciones de falta de lluvia nos favorece a nosotros, cuando se produzcan las lluvias, a los ocho o diez días vamos a tener nuevamente el problema de mosquitos”, advirtió.
“Ellos necesitan, para poder expresar al máximo su capacidad biológica, temperaturas entre los 21 y 24 grados en promedio. Son temperaturas de primavera y otoño, las temperaturas extremas, tanto altas como bajas no los favorecen y comienzan a verse perjudicados en lo que es la reproducción. No desaparecen, pero disminuyen las poblaciones”, agregó.
Consultado sobre los tipos de mosquitos que hay habitualmente en la ciudad, Vignaroli remarcó que son tres. “El del dengue, que ya lo tenemos visto; el de los parques y el que el año pasado tuvimos en esta zona, que era raro, que es el llamado mosquito del charco”, resumió.
De acuerdo a las especies, según explicó, es el requerimiento ambiental que tienen para reproducirse. “El del dengue es fundamentalmente domiciliario, de poca capacidad de vuelo. Ese mosquito todavía no ha aparecido porque requiere de otras condiciones”, aclaró.
“El del parque, que es el que habitualmente vemos y que probablemente sea el que se empieza a ver ahora. Porque la hembra ha dejado sus huevos en algún lugar con agua, entonces son los primeros en aparecer”, agregó.
En tanto que sobre el charquero, detalló que “la hembra pone los huevos, no en el agua sino que en los bordes. Si esos charcos empiezan a secarse, ese huevo no es que muere, queda latente hasta que se vuelve a inundar el depósito de agua y ahí se activa y entre 20 o 24 horas en el agua ya se inicia la etapa embrionaria y a los 7 y 8 días aparece el mosquito adulto”, resumió.
A modo de prevención y para evitar picaduras, Vignaroli remarcó que lo más acertado es el uso de repelentes en su justa medida y renovando la aplicación cada tres o cuatro horas. “Generalmente los mosquitos que nos pican son las hembras porque necesitan de la sangre para poner en marcha su actividad reproductiva”, agregó el especialista.