En el estudio se analizaron los anticuerpos neutralizantes, capaces de unirse a distintas áreas del patógeno y lograr "que el gancho sea inútil" explicó Reincke, y agregó que "desde el punto de vista de la defensa inmunitaria, la unión a la llamada proteína de la espiga es especialmente eficaz".

Los hallazgos de estos científicos alemanes se basan en el análisis de los anticuerpos aislados de la sangre de 40 personas que habían sido infectados con la variante Beta del coronavirus.

De los aproximadamente 300 anticuerpos estudiados inicialmente, 81 se unían con especial fuerza a la proteína de la espiga del coronavirus. Este hallazgo les permitió comprender qué genes desempeñan un papel en el ensamblaje de los anticuerpos y producir artificialmente estas proteínas inmunitarias para estudios posteriores. "Probamos si los anticuerpos contra la variante beta son también eficaces contra otras variantes del virus. Esto se llama reactividad cruzada" informó Reincke

Y agregó: "Nuestros análisis muestran que algunos de estos anticuerpos son poco eficaces contra la cepa original. Otros, sin embargo, son muy eficaces contra la original y también contra algunas de las variantes preocupantes".