El juicio por el asesinato de Fernando Báez Sosa en enero del 2020 —que comenzó el pasado lunes 2 de enero— colocó otra vez al rugby, a la violencia y a los deportistas que lo practican como tema de conversación y motivo de debate. Uno de los símbolos de este deporte, Agustín Pichot, reflexionó sobre el crimen de Fernando en Villa Gesell y fue autocrítico.
Pichot, en una charla para Infobae, habló sobre el machismo, "la jerga" del rugby y contó que le envió un mensaje al papá de Fernando, Silvino Báez Sosa.
"El rugby naturalizó muchas cosas que estaban mal. No son los valores. Naturalizamos que en un bautismo te caguen a trompadas, que te muerdan hasta que no te puedas sentar, a mí me pasó", detalló el excapitán de Los Pumas.
"Me mordieron la cola, un cachete, una persona de 130 kilos que tiene una mandíbula diferente, parece un dogo, no me pude sentar por cuatro días. Todo el bondi riéndose. Cero gracioso. Me cortaron todo el pelo, que yo amaba mi pelo, no tiene nada de gracioso, naturalizas", recordó.
Además, habló sobre su rol de capitán en el seleccionado argentino y aseguró que "tuvo muchas discusiones". "No está bien esto, mataron un chico, no está bien. Lo primero que le pregunté a mi hija después de lo de Fernando fue «¿Qué pensás de los jugadores de rugby?». «Son unos patoteros, quilomberos, agresivos», respondió", precisó Pichot.
Así fue como Agustín recordó que le habló al padre del chico de 18 años asesinado en la costa Argentina.
"Por eso le mandé un mensaje al papá de Fernando pidiéndole disculpas porque en definitiva yo había sido uno de los que había transmitido esa naturalización, de alguna forma", agregó.
"Era lo mismo que agarrarse a piñas en Pinamar cuando éramos chicos, y lo digo en primera persona", dijo. "Parecía graciosos y era divertido", siguió. Para concluir agregó: "Dicen «hechos aislados» pero cuando son un montón ya no son hechos aislados. Es un tema de cultura y ahí es donde hay que trabajar muchísimo".