Cada día los científicos se acercan más a descubrir si alguna vez existió vida en Marte. Recientemente, los analistas que estudian los datos del Rover Curiosity de la Nasa obtuvieron nuevos datos sobre cómo Marte podría haber pasado de ser un planeta potencialmente habitable y rico en agua a un desierto inhabitable.

Mientras Curiosity atraviesa el cráter Gale en Marte, está realizando experimentos en rocas. Utilizando sus instrumentos Sample Analysis at Mars (SAM) y Tunable Laser Spectrometer (TLS), el rover calentó muestras de rocas para analizar los gases producidos. Al realizar esta tarea en minerales ricos en carbono, o carbonatos, que a menudo sirven como registros climáticos, Curiosity reveló una composición isotópica que sugiere dos posibles escenarios climáticos en el pasado de Marte, según publicó el sitio especializado Space.com.

En el primero, los carbonatos podrían haberse formado mediante ciclos repetidos de humedad y sequedad, lo que sugiere una evaporación extrema. En el segundo, los carbonatos podrían haberse formado en agua extremadamente salada y extremadamente fría.

"Estos mecanismos de formación representan dos regímenes climáticos diferentes que pueden presentar diferentes escenarios de habitabilidad", dijo en un comunicado Jennifer Stern, de la NASA Goddard, coautora de un artículo sobre la investigación. "El ciclo húmedo-seco indicaría una alternancia entre entornos más habitables y menos habitables, mientras que las temperaturas criogénicas en las latitudes medias de Marte indicarían un entorno menos habitable donde la mayor parte del agua está atrapada en el hielo y no está disponible para la química o la biología, y lo que hay allí es extremadamente salado y desagradable para la vida".

Estos dos escenarios no son conceptos nuevos. Otras evidencias en Marte, desde ciertas formaciones rocosas hasta la presencia de minerales específicos, respaldan ambos. Pero este estudio en particular marca la primera vez que la evidencia isotópica de muestras de rocas los respalda.

Pero estos resultados traen malas noticias. "Nuestras muestras no son compatibles con un entorno antiguo con vida (biosfera) en la superficie de Marte", dijo David Burtt, de la Nasa Goddard, el autor principal del artículo. "Aunque esto no descarta la posibilidad de una biosfera subterránea o una biosfera superficial que comenzó y terminó antes de que se formaran estos carbonatos".