Las persianas bajas de Falabella no son solamente una postal o la frustración de quienes solían encontrar en el comercio los productos más exquisitos. Es mucho más. Es la pérdida de trabajo para un nutrido grupo de personas pero va más allá el impacto del cierre, de acuerdo a lo que expuso hoy un reconocido comerciante de la zona.
Para Nelson Graells la partida de la empresa de Rosario “trasciende la ciudad”. Según manifestó, en diálogo con De 12 a 14 (El Tres), “los comerciantes resisten muchísimo pero esta segunda ola está dejando unas secuelas más fuertes, encuentra a muchos comerciantes más debilitados”.
“Cada local que cierra es gente que deja de trabajar, es un sueño que se interrumpe pero en medio de la pandemia el cierre de Falabella es un golpe muy fuerte para la peatonal, el centro y trasciende la ciudad. Es muy duro y nos entristece a todos porque desde que está la antigua tienda La Favorita ha sido un lugar de encuentro, después con la otra tienda era un lugar que visitaba mucha gente y nos servía a todos”, observó y advietió: “Es necesario que se vuelva a poner de pie”.
Graells lamentó: “Teníamos expectativa con el cambio de temporada, cuando llegó marzo, pensamos que íbamos a poder levantar el 2020 y llegaron estos contagios. Pedimos que se sumen los dueños de los locales para que los Estados nos ayuden a superar esta situación”.
Por último, consideró que “alcanzar las metas va a ser complicado” en este contexto. “La gente se mueve por lugares de cercanía, no tiene salidas sociales y dinero, es un combo. Somos muchos los que estamos resistiendo”, culminó.
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