En medio de las idas y vueltas entre senadores y la vicepresidenta y titular de la Cámara alta, Victoria Villarruel, por el eventual descongelamiento de los haberes de los legisladores a partir de 2025, durante este mes se activó la "dieta 13", votada en abril pasado en el recinto, y los integrantes del Cuerpo recibirán medio aguinaldo en enero próximo. Se trata de, aproximadamente, 2,5 millones de pesos en bruto.

Tras la polémica generada ante el penúltimo aumento otorgado a empleados legislativos -que estaba atado al de los senadores- del 6,6% para julio y agosto, el pleno de la Cámara alta anuló la suba en cuestión y congeló sus dietas hasta el 31 de diciembre, en una votación unánime, con 65 adhesiones.

Este congelamiento, sin embargo, podría llegar a su fin el próximo año si no se decide una prórroga.

El sistema, que modificó la composición de las dietas, añadió módulos adicionales destinados a gastos de representación y desarraigo. Sin embargo, solo cuatro senadores renunciaron a este último beneficio. En el caso de Alicia Kirchner, la legisladora optó por mantener su jubilación y no percibe salario por su rol en la Cámara.

Los valores actuales del módulo, fijados en $2.225,25, proyectan dietas que superarían los $9 millones brutos en 2025 si no se toman nuevas medidas. Mientras tanto, el esquema de Ganancias sancionado recientemente impacta en todos los conceptos salariales, aumentando la carga tributaria para los senadores.

La titular del Senado, Victoria Villarruel, enfrenta presiones para extender el congelamiento sin mediar solicitudes formales de los legisladores, en un contexto de tensiones internas y críticas públicas hacia el funcionamiento de la Cámara Alta.

La discusión sobre las dietas no es nueva y refleja un debate constante sobre el financiamiento de la política y la calidad de los representantes en el Congreso, aspectos que siguen siendo motivo de controversia.