Después de una de las bajantes más importantes de su historia, el río Paraná comienza a sumar caudal. Si bien la noticia trae alivio, también suma algunas complicaciones para quienes los días de verano decidieron volcarse a la costanera rosarina para soportar el calor.

“Las playas estaban muy extensas, muy anchas, lo que nos ayudaba con el distanciamiento, y ahora cambió la imagen porque subió el río en este último tiempo y avanzó sobre la playa por lo que ahora tenemos menos espacio”, señaló en Esto se baila así (Radio 2), Leonardo Marino, jefe de guardavidas de la Rambla.

Según estimó, dependiendo la zona, el avance del río en la última semana achicó el sector de playa de la costanera norte rosarina en unos 25 metros. “Antes teníamos una playa que era el doble de ancho, diferente a otras temporadas, y ahora se acerca más a las medias naturales del río y de la playa”, indicó.

Pese a esto, el encargado de los guardavidas  aseguró que los bañistas intentan cuidarse. “El barbijo se usa más que nada para ir a los lugares comunes, acercarse a los baños y los bares. No al momento de estar reunidos cerca del agua o dentro de la misma”.

Al contrario de lo que muestran las imágenes, de una gran aglomeración de gentes, Marino aseguró que esta temporada de verano tiene una afluencia cercana al 50% con respecto a otros años. “Hay mucha gente nueva, que ha adquirido botes a remo, que no era habitué y se ha volcado mucho al río. Esto hace que hayamos tenido incidentes tal vez en la misma medida que otros años porque hay muchos principiantes en el río”, advirtió.