Científicos de la Universidad de Bergen, en Noruega, descubrieron que la medusa peine comparte la capacidad de rejuvenecimiento de su prima, la llamada "medusa inmortal" (Turritopsis dohrnii). Este hallazgo plantea preguntas sobre cuántos animales más podrían tener esta capacidad.
El equipo de investigación liderado por Joan J. Soto-Angel encontró que la medusa peine (Mnemiopsis leidyi) puede revertir su edad y transformarse en una larva después de experimentar estrés extremo. El estudio fue publicado en la revista especializada Proceedings of la National Academy of Sciences.
Según Soto-Angel, "fue fascinante observar cómo lentamente se transformaban en larvas típicas de cidípidos, como si estuvieran retrocediendo en el tiempo". Durante varias semanas, las medusas peine cambiaron sus características morfológicas y mostraron un comportamiento alimentario completamente diferente, típico de una larva de cidípidos.
Implicaciones científicas y posibles aplicaciones
Este descubrimiento desafía la comprensión actual del desarrollo animal y abre nuevas vías para el estudio de la plasticidad y el rejuvenecimiento del ciclo de vida. Los investigadores creen que la capacidad de rejuvenecimiento puede estar relacionada con la longevidad de las medusas peine, que pueden haber sido la primera especie animal en aparecer en la Tierra hace 700 millones de años.
En cuanto al futuro de la investigación, según Paul Burkhardt, coautor del estudio, "este fascinante hallazgo abrirá la puerta a muchos descubrimientos importantes". Los científicos esperan revelar el mecanismo molecular que impulsa el desarrollo inverso y comprender cómo los humanos podrían aprovechar este proceso de envejecimiento.