Los expertos del Instituto Politécnico Nacional mexicano patentaron una mascarilla nasal anti covid, efectiva para usarse en restaurantes o en la consulta con el odontólogo. No buscan reemplazar al tapabocas sino ampliar las medidas preventivas cuando éste debe quitarse.
Los expertos creen que el "cubrenariz" reduce sustancialmente el riesgo de infección por SARS-CoV-2, tomando en cuenta el tamaño de los aerosoles que emiten las personas enfermas.
La cubierta nasal, que ha sido bautizada como "Mask Eating" (mascarilla para comer) y se adapta a la anatomía facial de todas las personas, fue registrada ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI).
Los investigadores del IPN que diseñaron este dispositivo señalaron que se trata de una alternativa en lugares donde es necesario retirarse el barbijo, para comer, beber o a acudir a una consulta con el odontólogo.
El coordinador del proyecto indicó que se trata de un adminículo "único en su tipo" que permite reforzar las medidas profilácticas efectivas contra el Covid-19 como la distancia social, el lavado de manos y sobre todo la mascarilla facial.
El desarrollo de esta cobertura nasal "surgió como una necesidad de contar con mayores elementos de protección sanitaria, sobre todo ante las variantes de SARS-CoV-2 que son más contagiosas" como las surgidas en Gran Bretaña, Sudáfrica o Brasil, que son 50 o 70% más infecciosas y mortales, según Acosta.
Se confía en que esta protección nasal "contribuirá a disminuir los contagios por el coronavirus, cuya principal vía de ingreso al organismo es la aérea".
El grupo de investigadores negocia con una empresa para comercializarla y venderla masivamente en tiempo récord. La mascarilla nasal inclusive puede colocarse abajo del barbijo, como una protección adicional, en espacios cerrados, lo que reduce la preocupación de que las gotículas infectadas puedan colarse a través de los intersticios que dejan los protectores faciales de tela o cuando estos son demasiado grandes, según publicó Ambito.