Una cuarta provincia del norte de China impuso este martes restricciones ante un nuevo rebrote de coronavirus en el país cuna de la pandemia, mientras que una de las ciudades afectadas construía contra reloj un centro de cuarentena para miles de personas.
La Comisión Nacional de Salud de China informó 118 nuevos casos de coronavirus de transmisión local, la mayoría de ellos en las norteñas provincias de Jilin, Hebei, que rodea a Beijing, y Heilongjiang, fronteriza con Rusia.
Una cuarta provincia norteña, Liaoning, impuso este martes un confinamiento parcial y restringió los viajes tras detectar algunos casos, a fin de evitar que el virus se siga propagando, informaron autoridades locales citadas por la agencia de noticias china Xinhua.
A nivel nacional, el Gobierno dispuso una serie de medidas para evitar más contagios como consecuencia de los viajes y reuniones por el Año Nuevo Chino, la principal festividad del país, que este año cae en febrero.
Autoridades de gran parte del país confinaron a millones de personas, cerraron escuelas, llamaron a la gente a evitar los viajes y comenzaron a realizar pruebas de coronavirus a gran escala en las provincias con rebrotes.
La ciudad de Shijiazhuang, provincia de Hebei, construía este martes a toda prisa un gran centro de cuarentena, con una capacidad de más de 4.000 personas, para frenar su brote de covid-19.
Los equipos de construcción trabajan día y noche en un campo de las afueras de la ciudad, donde ya instalaron miles de unidades prefabricadas, informó la agencia de noticias AFP.
China había logrado hasta ahora controlar en gran medida el virus, mientras el resto del mundo luchaba contra el aumento del número de muertes y los hospitales saturados. La situación en las afueras de Shijiazhuang recuerda los esfuerzos de principios del año pasado para construir en pocos días hospitales de campaña improvisados en Wuhan, la ciudad del centro del país donde surgieron los primeros casos en diciembre de 2019.
Los edificios de cuarentena en Shijiazhuang están equipados con baños, wifi y aire acondicionado y cuando estén terminados, en los próximos días, albergarán a los casos contactos de los pacientes con test positivo.
La cadena estatal CCTV mostró a trabajadores con chalecos reflectantes y cascos de seguridad construyendo estructuras en la oscuridad. En los edificios terminados ondeaban banderas con los nombres de los equipos de construcción y las unidades del Partido Comunista. El centro debería tener suficientes unidades como para albergar a más de 4.000 personas una vez que esté terminado, dijo CCTV.
Las obras comenzaron el 13 de enero, cuando varias ciudades del norte de China pusieron a millones de personas en confinamiento por el aumento de infecciones en las últimas semanas.
Más de 20.000 residentes de los pueblos de la provincia de Hebei fueron puestos en cuarentena en instalaciones centralizadas, informaron los medios de comunicación estatales la semana pasada.
Mientras tanto, millones de residentes locales fueron sometidos varias veces a test de covid-19.
China acumula más de 88.400 casos de coronavirus y 4.635 muertes. La semana pasada, el país registró su primer fallecimiento por el virus en ocho meses, según publicó Télam.