Tras el caso de violencia extrema ocurrido el último martes en el Hospital Provincial de Rosario, donde un policía –el subinspector Leoncio Bermúdez– fue asesinado de un disparo en la cabeza por sicarios que ingresaron en búsqueda del preso Gabriel Guillermo Lencina, quien estaba internado en dicho lugar, el ministro de Seguridad de Santa Fe, Claudio Brilloni, expresó que siente "bronca y tristeza por la vil y cobarde" ejecución. Además, sostuvo que todavía no tienen claro cuál fue el objetivo de la feroz incursión. “Solo por olfato hay dos posibilidades, o lo quisieron arrancar, como se dice en la jerga para llevárselo por la fuerzas, o matarlo, por el grado de violencia de la acción”, sostuvo en Radio 2.
Brilloni precisó en el programa Radiópolis que el recluso ingresó al hospital el lunes pasado por un cuadro de neumonía pulmonar que no podía ser atendido en la cárcel de Piñero, donde estaba alojado: “En criollo, tenía tuberculosis. Dispusieron trasladarlo al Provincial”.
Además, confirmó que el martes a la noche, tras el crimen del agente policial y la incursión de los cuatro sicarios al hospital, se lo trasladó nuevamente a la unidad penitenciaria de Piñero. Lencina cumple condena a 22 años de prisión por homicidios.
El ministro de Seguridad descartó sospechas, al menos de su parte, sobre el accionar del personal del Servicio Penitenciario que lo custodiaba y expresó que todavía no tienen identificadas a las personas que entraron al lugar y mataron al agente policial, aunque sí “algunos indicios de hacia dónde se habrían fugado”, todos elementos puestos a disposición de la Justicia.
“Los agentes estaban cuidando, próximos a la sala de internación (donde estaba el preso). El personal policial cubre la seguridad general del hospital, por eso es que primero se trenzan en lucha con los del Servicio Penitenciario que impide que los agresores cometan su objetivo. En la huida se cruzan con la policía”, explicó Brilloni en base a los primeros indicios de la mecánica del ataque.
En relación a la escalada de violencia de los últimos días en la ciudad, con siete homicidios en 48 horas, entre sábado y lunes, y otros episodios violentos que se dieron en Rosario, acentuados desde el último fin de semana, el funcionario consideró que puede relacionarse a un "ordenamiento en el territorio en busca de un nuevo liderazgo".
“No conocen fechas o jurisdicciones, no creo que tengan en cuenta si va a haber un cambio de gobierno, que una organización política no transe con nadie del mundo delictivo puede ser un punto que los empuje a tomar decisiones”, dijo.