Un policía fue asesinado de un disparo en la cabeza este martes en el marco de un gravísimo hecho de violencia armada que se registró por la noche en el ingreso a la guardia del hospital Provincial de Rosario, pleno barrio Martin. El subinspector Leoncio Bermúdez falleció en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez minutos después y, según las imágenes del hecho, fue atacado cuando salió del destacamento para fijarse qué ocurría en el interior del hospital. En una fracción de segundo, uno de los gatilleros se lo chocó de frente al agente, le dio varios tiros y huyó. El caso es investigado por la fiscal Gisela Paolicelli.
Al menos dos sicarios irrumpieron con la aparente intención de buscar a un herido que era atendido allí y forcejearon con la custodia, con el saldo de un agente baleado de muerte en la cabeza y una mujer también lesionada.
El hecho fue minutos antes de las 22 sobre el sector ubicado sobre calle Zeballos al 400, donde sobre la vereda hay una garita policial fija.
De acuerdo a informaciones a las que accedió Rosario3, dos hombres entraron al hospital con barbijos, preguntaron dónde estaba el baño pero se dirigieron a una sala donde se encontraba un hombre bajo vigilancia del Servicio Penitenciario, con la aparente intención de asesinarlo.
No estaba claro si pudieron llegar a su objetivo pero en ese marco intervino la Policía, se produjo un forcejeo y los delincuentes efectuaron varias detonaciones de armas de fuego. Tanto dentro como afuera del Provincial quedaron numerosas vainas servidas. Vecinos de la zona dijeron haber escuchado entre cinco y diez tiros.
Un agente que realizaba tareas de vigilancia allí fue baleado en la cabeza y lo trasladaron en estado crítico al hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca), donde a los pocos minutos confirmaron su deceso.
Además, una mujer de 45 años años de edad también resultó herida de bala en una pierna y quedó internada. Al principio, se barajó la versión de que era una enfermera del centro del salud, pero era una mujer que aguardaba a su esposo en la sala de espera de la guardia.
Enseguida la zona del hospital se pobló de policías y ambulancias. La cuadra por Zeballos estaba cortada.
El hecho se enmarca en una atroz seguidilla de homicidios –siete en 48 horas, entre sábado y lunes– y otros episodios violentos que se dieron en Rosario, acentuados desde el último fin de semana.