Sobre las 16 de este lunes comenzaba en distintos puntos del país la marcha del 17A en protesta contra el Gobierno nacional.
En Rosario, los manifestantes se organizaron en la explanada del Monumento Nacional a la Bandera y alrededores con distintivos en celeste y blanco y carteles.
Entre ellos, además del pedido por “mayor libertad” y el “fin de la impunidad”, se coló un compuesto químico: el dióxido de cloro (CDS).
“Todos nosotros tomamos dióxidos de cloro y estamos sanos”, se leía en una de las pancartas, en tanto que en otro de los carteles el nombre del cuestionado agente oxidante ocupaba el largo del lienzo sostenido por dos palos.
El último domingo, tras conocerse la muerte de un niño de cinco años en Neuquén y un hombre en Jujuy que habían ingerido CDS, el Ministerio de Salud emitió un comunicado en el que volvió a desaconsejar su uso. El día anterior también se había expedido en la misma línea la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP).
En el texto, la cartera nacional puntualizó que el dióxido de cloro “no cuenta con estudios que demuestren su eficacia y no posee autorización alguna para su comercialización y uso".
Por su parte, la SAP señaló en que su utilidad se limita "al uso como desinfectante ambiental en determinadas diluciones pero no debe ser ingerido por el ser humano".
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