La japonesa Naomi Osaka, número 2 del ranking mundial del tenis femenino, fue la encargada de encender la llama olímpica en el Estadio Olímpico de Tokio. Drones, videos, luces y tecnología de última generación acompañaron al proceso de encendido del símbolo máximo de los Juegos Olímpicos.

Además, se realizó una pequeña presentación de la cultura japonesa a través de trajes típicos, videos, música y hasta un samurai frente a las delegaciones de todos los continentes, tan solo minutos después del paso de la delegación peruana.

Los únicos espectadores presentes en esta ocasión son cerca de 1000 invitados VIP, entre ellos el emperador Naruhito. Por lo demás, las gradas lucirán vacías al igual que en las competiciones deportivas, como prevención ante el coronavirus.