Newell's logró un tremendo triunfo en casa. Volvió al Coloso y le ganó agónicamente a Lanús. El equipo de Lunari empezó perdiendo por gol de Marcelino Moreno, pero la Lepra lo igualó con un penal de Colo Ramírez, tras la polémica sanción de la falta. Y en el final, Matko Miljevic metió un zurdazo magistral. El equipo granate terminó muy caliente por la actuación del árbitro Espinoza.
Fue un grito agónico, de alivio, de tranquilidad. A pesar de las polémicas del juego, la Lepra decidió enfocarse en lo suyo y logró su segunda victoria seguida en casa.
Newell's inició el partido un poco desconcentrado. Lanús lo puso en aprietos y hasta tuvo un mano a mano de dos contra Macagno, que desperdiciaron los delanteros y se la entregaron al portero leproso.
La Lepra emparejó un poco el trámite por el espíritu de Mateo Silvetti, el único futbolista rojinegro que genera en la gente la idea de que algo puede nacer desde sus pies. Martino subió bien un par de veces, pero mal finalizadas por Juanchón García y por Colo Ramírez.
El equipo de Lunari mostró algunas dudas en el retroceso y las transiciones directas de Vélez las dejaban en evidencia.
En el entretiempo, y luego de pobres 45 minutos, Lunari sacó a Juani Méndez y a Carabajal para darle un nuevo aire al mediocampo. Altamirano y Cardozo saltaron a la cancha.
En la primera acción del complemento, toda la defensa habilitó a Marcelino Moreno, que definió sin oposición. Lanús pegaba el grito de gloria en el Coloso, en un partido cerrado.
Sin embargo, el arquero Losada seguro a tomar una pelota aérea y con la rodilla impactó en la nuca de Juanchón García. Espinoza dijo penal y la polémica se instaló en Rosario.
Nada de eso le importó a Colo Ramírez, que aprovechó la ocasión para sacarse la mufa y empatar el partido. Fue lo último del delantero, ya que tras el festejo fue reemplazado por Miljevic. Llegarían buenos tiempos para el ingresante.
En la parte final hubo tiempo para el debut del pibe Agustín Juárez, que con 18 años sumó sus primeros minutos.
Lanús terminó muy caliente con el árbitro Espinoza. Todo el equipo visitante pidió roja por un codazo de Silvetti en el rostro de Peña.
Vivo, Lunari lo sacó del campo, luego de una segunda falta; esta vez sobre Cáceres, que pudo haberle costado su aparición en el próximo partido.
Pero habría tiempo para más. En el minuto 93, Matko Miljevic apostó todo lo que tenía a un número y salió. Metió un zurdazo de 30 metros y la clavó el ángulo.
Fue victoria leprosa. Fue alivio rojinegro. Fue el segundo triunfo al hilo en el Coloso, algo que parecía imposible hace apenas unas semanas. La Lepra quiere empezar a construir una fortaleza en casa y ya puso los dos primeros ladrillos. Y sigue sumando.