Rosario Central cerró este fin de semana la clasificación a la Copa Libertadores del año próximo y también su pase a los cuartos de final de la Copa de la Liga. Con este panorama, el Canalla se prepara para encarar la próxima temporada de la mejor manera posible y con la ilusión de sumar al plantel a dos de sus máximos ídolos como son Ángel Di María y Marco Ruben.
“Nosotros vamos día a día, esa es nuestra forma de trabajo. Cuando se dan las situaciones hay que tener la capacidad de llevarlas a cabo y bueno este tipo de cosas se dieron. Le agradezco mucho a los jugadores y ahora viene el pasito final. Estoy muy contento por la gente de Central que tiene una alegría distinta. En los tiempos que corren, que podamos darle una alegría a la gente, es muy bueno”, resumió en Radiópolis (Radio 2), Miguel Ángel Russo, técnico de Central.
Consultado sobre la posibilidad de contar con Angelito y Marco para la próxima temporada, el entrenador se mostró prudente: “La idea con Gonzalo (Belloso) siempre fue tener un club preparado para cuando ellos vengan. Poner a Central en el lugar que tiene que tener e ir mejorando. Tenemos lo del estadio, también hay obras en la ciudad deportiva. Todos estos movimientos significan que vamos creciendo”, se entusiasmó.
“Vamos buscando darle la estructura futbolística a este club y, cuando llegue el momento, las puertas van a estar abiertas”, aseveró.
Con respecto al buen presente futbolístico que atraviesa el club, Russo destacó también que el punto de partida fue complicado. “Yo nunca me olvido del principio de año, que arrancamos tarde para el libro de pases, para un montón de cosas y es un mérito de mucha gente que ha colaborado”, sostuvo.
“Cuando arrancamos estábamos a cinco puntos del descenso. Por eso los números son muy meritorios aunque uno de visitante siempre quiere más. En el fútbol argentino, salvo River, todo ha sido muy difícil y todo es muy parejo. De local nos fuimos haciendo fuerte, eso es muy bueno y todo el mundo sabe lo que es el Gigante por su gente, con lo que cuesta y vale. En Central, siempre la vara es alta”, concluyó.