Laguna Larga es una ciudad cordobesa de 8.000 habitantes y que queda a 350 kilómetros de Rosario. Tiene una plaza pintoresca donde conviven –como en toda localidad del interior– la iglesia, la comisaría y las historias de los parroquianos. Una ciudad pequeña, con gente amable, que le gusta la tranquilidad, la siesta y los paseos domingueros. Fue cuna de deportistas, pero el más destacado, el nene mimado, la joya lagunense es sin dudas uno solo, Paulo Dybala, su hijo dilecto, el que hizo conocer a Laguna mas allá de las fronteras.
Campeón del mundo en Qatar 2022, el hoy volante de la Roma de Italia realizó sus primeros pasos futbolísticos en el club Newell's Old Boys de esa localidad, a 55 kilómetros de la capital cordobesa. El ídolo local tiene un mural en una de las tribunas del estadio Juan Verdicchio levantando la copa mundialista que recibe a todos los que visitan el predio para alentar a su equipo.
Los colores rojinegros y la pasión es la misma que la Lepra en Rosario a tal punto que la hinchada rosarina visita frecuentemente a la lepra lagunense. Una particularidad es que las columnas en la zona lindera a la cancha están pintadas con los colores rojinegros de la misma manera que ocurre en Rosario. Los logos, escudos, inscripciones, todo es igualito a la institución que fundó Isaac Newell's y parece una postal de lo que se ve en el parque Independencia.
Además de la joya de Laguna hay otra característica que identifica, distingue y jerarquiza a la institución: una imagen inmensa de Diego Armando luciendo la camiseta leprosa que utilizó en su paso en 1993.