En el fútbol se dice que el vestuario es un lugar sagrado, impenetrable, exclusivo de los jugadores. Sin embargo, cuando se da un triunfo tan resonante como el que obtuvo Rosario Central ante Newell's este domingo en el Gigante de Arroyito, se abren todas las puertas y se dejan ver todas las locuras.

Eso sucedió este domingo por la noche en el corazón del camarín canalla en el Gigante. Un verdadero descontrol al que se sumó hasta Marco Ruben, el referente de Central que siempre conserva un perfil más bajo y mesurado. 


Al capitán se lo pudo ver a puro baile junto al pibe Pupi Ferreyra, que la rompió en el clásico. 


Los propios jugadores y colaboradores, con los videos grabados con sus teléfonos celulares, les permitieron a los hinchas meterse en el festejo más íntimo. Y la cuenta oficial de Rosario Central en Twiiter también hizo lo suyo para que la alegría sea compartida.