Luego de 50 años se vuelve a fabricar en Argentina chapa para la industria naval. Y la producción de insumo para la construcción de barcos empezó a salir de una empresa de la localidad de Villa Constitución.
El ministro de Desarrollo Productivo de la Nación, Matías Kulfas, estuvo este martes al mediodía en el sur santafesino para presidir el acto en el que la empresa Laminados Industriales, de capitales nacionales, informó que ya está en condiciones –y con los certificados de calidad exigidos- de producir la llamada chapa “Grado A”, que en la actualidad los astilleros deben importar al no haber producción nacional.
“Es un día histórico para la industria nacional”, dijo el alto funcionario. “Uno de nuestros objetivos de gobierno es que haya más componentes nacionales en la fabricación nacional de bienes y equipos. Cuando asumimos, el 60% de la maquinaria agrícola que compraba el agro era importada, ahora el 60% es nacional. Queremos que el crecimiento económico sea apuntalado por la industria nacional”, resaltó Kulfas durante su discurso en la sede que la empresa, que pertenece al grupo Beltramone, tiene sobre la ruta 21.
“El desarrollo de proveedores nacionales es fundamental en todas las cadenas. Y en concreto, la incorporación de insumos de fabricación nacional es parte de nuestra política de apoyo a la industria naval, como fue financiamiento el estatal a los astilleros, la incorporación de la hipoteca naval como instrumento de crédito y la prohibición de la importación para uso en aguas argentinas de embarcaciones usadas, verdaderas chatarras que el gobierno anterior trajo a nuestro país para beneficio de algunos pocos operadores”, resaltó el ministro.
Al acto, que tuvo como anfitrión a los accionistas, directores y empleados de la firma, asistieron también el intendente de Villa, Jorge Berti, el secretario de Industria de la Provincia, Claudio Mossuz, referentes sindicales, proveedores de la fábrica, potenciales clientes la nueva chapa y líderes empresarios, como la presidenta de la Cámara de la Industria Naval, Silvia Martínez.
Laminados Industriales desembarcó en Villa en 2009 y comenzó a funcionar en 2012 como proveedor de grandes chapas laminadas en caliente para uso estructural de la industria y la construcción. Con un plan de inversión de 50 millones de dólares, la planta (ubicada en un predio de 25 hectáreas con tres naves industriales) tiene una capacidad de producción de 200 mil toneladas al año que se usan para maquinaria, puentes, puertos, minería, tanques petroleros, etc
Una vez consolidada su posición en el mercado regional, empezó a desarrollarse en mercados más de nicho. Fue así que incorporó también la fabricación de productos para torres eólicas. “En esa línea, en 2021 se decidió desarrollar chapa grado A para completar el portafolio de productos viendo que se trata de un insumo para un sector estratégico que sólo se abastece de chapa importada como es la industria naval. Con la fabricación nacional de la chapa grado A, que iguala en calidad, tiene todas las certificaciones que exigen los clientes y un mejor precio que la internacional, no sólo le estamos dando más competitividad a la industria naval argentina reduciéndolo costos, sino que además logramos que se reduzca la demanda de dólares para la importación”, dijo a Rosario3 el presidente y CEO de la empresa, Juan Pablo de Martino.
El empresario insistió con que la sustitución de importaciones está en la génesis y ADN de la empresa y por eso no escatimó críticas contra el gobierno anterior de Juntos por el Cambio. “En el 2015 teníamos el 75% del mercado en el que trabajamos, pero caímos al 48 entre 2016 y 2017 y el ingreso de importaciones significó menos producción y empleo”, recordó.
La empresa, ahora está en recuperación de producción y market share, buscando hacer pie en nichos de mercado. “Para fin de año queremos poder estar produciendo la chapa especial que se necesita para los gasoductos convencidos de que, de la mano de Vaca Muerta, todo el desarrollo del gas y petróleo no convencional será muy importante para la Argentina”, anticipó.
De Martino proyectó que la industria cerrará un muy buen año de alta producción y descartó que haya problemas serios en el abastecimiento de gas y electricidad. En esa misma línea se expresó también Kulfas, quien criticó “a los analistas agoreros de siempre”.
Hidrovía, asignatura pendiente
La decisión de incursionar por la fabricación de chapa naval obedece a que no hay competencia nacional pero también a que la industria naval está en plena actividad y con proyecciones de crecimiento. Así lo aseguró, Silvia Martínez, titular de la agrupación empresaria del sector, quien explicó que la demanda viene sobre todo de embarcaciones para el sector pesquero que operan en el mar. Y es que, por el contrario, la actividad de la industria naval vinculada al frente fluvial (y es la que tiene base sobre el Paraná) está en crisis por la competencia de los astilleros paraguayos.
Precisamente, Martínez aprovechó su discurso –en el que resaltó el apoyo del gobierno nacional y felicitó a la empresa por la fuerte inversión- para pedirle a Kulfas que –aprovechando los cambios en la administración de la hidrovía- se tomen medidas para impulsar el trabajo de los astilleros que fabrican y reparan barcazas para uso fluvial.
“La asignatura pendiente es recuperar la bandear argentina en las embarcaciones. Tenemos, como país, un 2% de participación en el transporte por la hidrovía. Por el canal troncal de navegación, se exporta la producción agroindustrial de Argentina y Parguay pero ninguno de los barcos que pasan tienen bandera argentina”, se lamentó. Y sin navieras argentina, no hay industria de fabricación y reparaciones de embarcaciones. “Se debe poner el foco en las asimetrías tributarias con otros países del Mercosur que nos hacen perder mercados”, resaltó.
Gestiones por el astillero de Alvear
En ese marco, en diálogo con Rosario3, tanto Kulfas como el secretario Mossuz se refirieron al caso del astillero de Punta Alvear (de la empresa Atria, ex UABL) que cerró semanas atrás por falta de trabajo. Ambos funcionarios, que pidieron no dar precisiones para no entorpecer las declaraciones, comentaron que desde el Estado se está buscando interesados en retomar las actividades de una planta modelo. Por lo pronto, destaque que la empresa cortó los vínculos con los 23 trabajadores que le quedaron acordes a todas las leyes laborales y por eso no hay conflictos.