Miguel Kiguel, un reconocido economista muy escuchado por el establishment financiero, presentó un “semáforo de candidatos a presidente” en el que evalúa y compara los diagnósticos de la situación, los equipos, la capacidad de ejecución, la capacidad política y la capacidad de contención social de cada uno de los postulantes. Y a juzgar por las combinaciones de luces verdes, amarillas y rojas (como se pueden ver en la foto), por poco la que mejor parada queda es Patricia Bullrich (de Juntos por el Cambio). ¿Y en segundo lugar? Sergio Massa, dejando tercero cómo a Javier Milei, el libertario que ganó las Paso.
Kiguel presentó “el semáforo” durante su conferencia en el Congreso Económico Argentino realizado en el marco de la Expo Efi, la principal exposición del mercado de capitales, que se realizó esta semana en la Rural de Palermo y a la que asistió Rosario3.
Y la lectura de Kiguel condensa la opinión que se pudo ver como mayoritaria en los círculos financieros: la aprobación a las posturas liberales (reducción del déficit, rebaja de impuestos, menor emisión, etc.) que entrona Milei llega hasta que quiere avanzar en reformas más profundas como la dolarización o el cierre del Banco Central. Pero sobre todo lo que se pone en tela de juicio es su capacidad política para implementar todas las desregulaciones que proclama y su capacidad de contención social frente al rechazo que puedan generar.
“En el resultado del semáforo mucho tiene que ver con gobernabilidad porque Milei no tiene senadores, diputados y gobernadores que lo acompañen”, dijo Kiguel, luego de pronunciarse en contra de una dolarización. “¿Son políticamente viable algunas de las soluciones que propone Milei? No creo. El tema central es la conflictividad política, y no sólo el plan económico”, dijo.
En esa línea se expidió, Javier Timerman, reconocido trader titular de la Adcap, quien hizo foco en la necesidad de que los sectores políticos estén trabajando en cómo generar consensos para implementar las reformas luego de las elecciones.
“Se debate mucho sobre el modelo económico, pero no se debate sobre la capacidad política de implementarlo; y eso es preocupante porque sin acuerdos políticos entre las fuerzas no habrá grupo que pueda avanzar en las reformas necesarias, por ejemplo la tributaria”, advirtió.
"El enfoque de las propuestas es económico, a problemas que a mi juicio no son económicos, sino que son políticos. Al hablar de desregular o de reformas tributarias hablamos de conflictividad política", insistió Timerman. “Es por eso que el principal tema a debatir luego de las elecciones es la gobernabilidad”, recomendó.
Por su parte, Pedro Siaba Serrate, trader de la firma PPI, resalto que “Milei nos muestra medidas pro mercado, pero el mercado las presiente como débiles de implementar. El problema no está en el sentido de medidas de Milei, como ajuste de gastos y reducción del déficit y la emisión, sino en las bajas probabilidades de ejecución que percibe el mercado".
Luego de dos días de conferencias, workshops y exposiciones, fue el propio Javier Milei quien cerró el evento con su disertación. Su presencia hizo rebalsar el salón central y generó mucha expectativa, pero los aplausos que recibió fueron más bien distantes y no masivos.
En rigor, el candidato preparó una conferencia bien teórica y filosófica, acorde a un congreso de economía, en la que argumentó las bases de su pensamiento liberal sin profundizar en temas de la agenda coyuntural o sus propuestas concretas.,
"El dinero es un invento privado, del cual luego los Estados se apropiaron para meterle la mano en el bolsillo a la gente. El debate de la dolarización es una simplificación, ya que nosotros hablamos de competencia de monedas, sean una, dos las que quieran", dijo Milei.
No obstante, entre concepto y concepto, Milei mechó con críticas a Juntos por el Cambio por “no representar un cambio real al modelo populista y socialista”, con sus alegatos “contra la casta política ladrona y corrupta” o sus latiguillos de “cerrar el Banco Central porque es una estafa” o sus encendidas diatribas “contra intervenciones del Estado en el mercado” como el caso de la ley de alquileres.
Así y todo, en “el aplausómetro” los actores del mercado de capitales se mostraron más efusivos con la disertación previa del economista de Juntos por el Cambio, Hernán Lacunza.
Más inflación y devaluación
Durante las conferencias, los economistas y traders que disertaron pronosticaron un cierre de año muy complicado. “La inflación ahora tiene un piso del 12/14% contra el de 6/7% que tenía un par de meses atrás”, dijo Kieguel, luego de reclamar un urgente plan de estabilización “ya que Massa devaluó sin plan y por eso la corrección ya se fue a precio, sin ganancia de competitividad, con una brecha cambiaria que a las 48 horas ya estaba otra vez en los mismos niveles y con más inflación”.
Para el analista, el ritmo del aumento de precios se sostendrá pese a algunos acuerdos que alcanzó el gobierno, por ejemplo congelando naftas hasta después de las elecciones. “También está la presión sobre los precios regulados, como las tarifas. Estamos en una olla a presión”, advirtió.
Según Timerman, “más allá de lo que diga o pida el FMI, el escenario que el mercado descuenta es de una nueva modificación del tipo de cambio oficial de acá a fin de año”.
En tanto, Diego Martínez Burzaco, de Inviu, dijo: “El ajuste recién comenzó en Argentina, el dólar está alto en términos históricos (está al nivel de los 4 pesos de la corrida de enero de 2002), aunque no se descarta otro overshooting”.
El debate, entonces, en el mercado es la magnitud de la devaluación y su impacto final en los precios.
Por en ejemplo, Juan Manuel Franco, trader de SBS, dijo que: "el mercado ya empieza a pensar cuándo se dará el próximo salto cambiario, que para algunos puede ser discreto, pero -finalmente- todo dependerá del resultado electoral”.
"Tenemos evidencia de que gran parte del mercado de bienes importados ya se están valuando a tipo de cambio MEP, por lo que ya estarían ajustados a un posible overshooting del tipo de cambio oficial", finalizó Kiguel.