El gobierno de Santa Fe arrancó el último mes del año con $17.366 millones sin gastar. Esa cifra representa algo más del 30% del plan de obras públicas que la Provincia anunció para concretar el año que viene en el Gran Rosario. ¿Terminará el 2022 con ese nivel de superávit fiscal? Ayer, ante la consulta de Rosario3, no hubo funcionario provincial disponible para contestar.
Diciembre, vale aclarar, es un mes de gastos extra para la Casa Gris por el pago del medio aguinaldo con un costo que oscila los $25.000 millones. Pero, al mismo tiempo, en diciembre el gobierno cobró $29.664 millones correspondientes a vencimientos de capital e interés de los bonos recibidos como parte de pago de la Nación por la deuda por el descuento de la coparticipación. En definitiva, este diciembre será un mes en el que las cuentas públicas terminen equilibradas
El superávit fiscal es un sello de la administración de Omar Perotti. Walter Agosto, su ministro de Economía, pudo mostrar el año pasado un superávit de $295M y en 2020 llegó a tener un diferencia a favor entre lo recaudado y lo gastado de $18.051 millones. Y a juzgar por los números de noviembre, el saldo de este 2022 estará más cerca al de 2020 que al del 2021.
Para la oposición, ese excedente fiscal, cuyo número a noviembre fue publicado oficialmente por el Ministerio de Economía, expone las dificultades del gobierno para gestionar la administración pública, explica la sub-ejecución de la inversión en bienes de capital y no guarda relación con las urgencias sociales, el récord de violencia e inseguridad y las necesidades de infraestructura que tiene la provincia.
Por el contrario, para el oficialismo es un indicador de la salud financiera del gobierno y de la responsabilidad en el manejo de las cuentas públicas. También explica porqué la Provincia no tiene la necesidad de incrementar impuestos. Ese superávit, resaltan desde la Casas Gris, permitió que Santa Fe haya sido una de las dos jurisdicciones que no defaultearon ni reestructuraron sus deudas en dólares ya que en marzo pasado hizo frente a un vencimiento de 133 millones de dólares correspondientes a deudas contraídas en la gestión de Miguel Lifschitz. En marzo próximo el gobierno deberá afrontar un vencimiento de igual monto, lo que implica un desafío importante para la política fiscal.
“El año que finaliza es el tercero consecutivo en el que la presión tributaria real de los impuestos provinciales se mantiene sin incrementarse. La decisión de no aumentar la presión impositiva impone un compromiso de austeridad en el manejo del gasto”, señaló Agosto esta semana en una conferencia de prensa con medios de la ciudad de Santa Fe, una costumbre que no tiene con la prensa de Rosario.
El alto funcionario dijo a la prensa de la ciudad capital que “terminará el año con las cuentas equilibradas”, pero sin precisar el monto del superávit que le permitirá arrancar el año electoral al gobierno provincial con la billetera bien cargada.