El compromiso con la sostenibilidad y el respeto por el ambiente, que quedará como legado para las generaciones futuras, tiene en el mundo empresarial una preponderancia cada vez mayor. Tan es así, que los organismos internacionales de créditos suelen fijarse en los sellos verdes para aprobar préstamos y sueltan con más facilidad los dólares si su destino es la inversión hacia matrices de producción sostenibles.
Con esa verdad sobre la mesa, la Universidad de Rosario presentó este viernes un plan de sostenibilidad para empresas que llevará adelante junto a Sux Solar, una empresa de la región del rubro de energía solar fotovoltaica que prestará su know-how empresarial, en el afán de avanzar hacia una región en la que la mayoría de los emprendimientos sean sustentables.
El programa les propone a las empresas que ingresen medir sus huellas de carbono, avanzar en la obtención de un certificado y sello que le den el estatus de "Empresa comprometida con la sostenibilidad" y finalmente ofrecerles un plan de gestión ambiental que les permita esa reconversión.
El ingeniero Leandro Aguilera, magíster en energía solar y eólica y socio fundador de la Cámara Argentina de Energía Solar, fue uno de los oradores en la presentación del programa. "Estamos yendo hacia una evolución en la sostenibilidad del mundo empresarial y Rosario es la meca de esa revolución nacional. Acá hay mucho capital humano, mucho desarrollo y la idea es juntarlo todo en una sola mesa para que se pueda aprovechar", dijo en Radio 2.
Los detalles
Según Aguilera, "el programa apunta a lograr que las empresas trabajen en un plan de sostenibilidad que permita poner a Santa Fe de cara al mundo como una provincia sostenible, algo que hoy es tan importante. Hay muchas empresas que tienen restricciones para exportar porque les exigen ciertas reglamentaciones internacionales, plano en el que estamos atrasados. Hay empresas que tienen que certificar normas de sostenibilidad para poder ingresar a distintos mercados y con esas empresas trabajaremos en la obtención de esas normas".
"Para que nuestras empresas puedan encaminarse hacia matrices de producción más sostenibles, es clave el acceso a créditos internacionales a tasa subsidiada: y para lograrlo, se necesitan capacidades y un desarrollo que puede aportar la UNR", añadió en Punto Medio.
Los créditos que se gestionarán tendrán múltiples propósitos: "Los habrá para la implementación de paneles solares; para adquirir tecnología sostenible; para obtener maquinaria que produzca más, mejor y con menos consumo; o también para actualizar procedimientos internos", abundó.
Pero para arrancar, hay que saber dónde están paradas esas empresas. "La medición de huella de carbono dará lo que es: no importa si es alto o bajo. La idea es medirlo y tener un plan para empezar a bajarlo. Es como ir al médico a buscar un diagnóstico y poder iniciar un plan para mejorar tu calidad de vida. No se trata de si es mucho o es poco, no vamos a poner el foco en si contamina o no: sí hay que poner el foco en cómo cambiar esta realidad".
La UNR entra en acción
Además de la medición de huella de carbono, la UNR pondrá al alcance de las empresas su escuela de oficios y trabajará en un certificado verde que pueda abrir las puertas de esas exportaciones vedadas.
"El sello de la UNR aún lo estamos desarrollando: medirá la acción positiva de la empresa y se hará un seguimiento de indicadores. Hoy casi todos conocemos las normas internacionales ISO: se trabajará con el mismo modelo. Será un sello que irá siguiendo indicadores de logros para bajar esa huella de carbono, y a medida que lo vayan logrando, la UNR los reconocerá con un sello de distinta calidad: oro, plata y bronce, por decirlo de alguna manera", comentó Aguilera.
En cuanto a la escuela de oficios de la UNR, "la intención es que cada empresa tenga una oficina virtual que les permita capacitar a sus empleados, al tiempo que se vayan desarrollando nuevos puestos de trabajo, porque está faltando mano de obra calificada y con estos vínculos estatales-privados podríamos conseguirlo".
Rosario, a la vanguardia
Para el ingeniero Aguilera, la provincia de Santa Fe (pero sobre todo Rosario) marcan el rumbo en cuestiones ambientales: "Aquí ya creamos el sello verde de la Municipalidad en 2014, que premiaba a las empresas que trabajaban sobre eficiencia energética y ambiente; tenemos a nivel provincial el Etiquetado de Eficiencia Energética de Inmuebles destinados a Vivienda; tuvimos Prosumidores, un programa desarrollado en la provincia que sirvió de modelo para el plan nacional de generación distribuida. Y además Rosario, con todas las dificultades que tiene, es la ciudad más verde del país, ya que duplica en metros cuadrados verdes a la segunda, que es Mar del Plata. Y también es la que más instalaciones fotovoltaicas tiene en el país", enumeró.
De todos modos, admite que cuesta pensar a largo plazo: "Voy a usar como ejemplo la energía solar: los paneles son plantas de generación de energía con más 30 años de vida útil y si yo puedo instalarlos en el techo de mi fábrica, al cancelarlo tendré energía gratis. Supongamos que logro acceder a alguno de los créditos de los que hablamos y en cinco años lo termino de pagar: bueno, luego tendré energía gratuita y generada por mí durante 25 años. Acaba siendo barato, porque de ese modo estoy generando riqueza en el techo de mi fábrica o de mi casa".
Aguilera concluyó: "Es necesario reconvertirnos hacia empresas más sustentables. Tenemos una matriz energética basada en el gas y hoy, la energía es responsable del 56% de las emisiones que generamos como país. Si queremos ir hacia un modelo nuevo, este es el que hay que llevar adelante".
"Hay datos reveladores: los subsidios nos han costado más de 12 mil millones de dólares por año. O sea, eso sale la energía que no paga el usuario. Nosotros hemos presentado un proyecto a nivel nacional para que 2 mil millones de esos 12 mil se presten en créditos tasa cero para invertir en energías renovables. De ese modo, en 10 años no tendríamos más subsidios. Pero lamentablemente, todavía no sucede", finalizó.
