Contar con una rutina de skincare es fundamental para contar con una piel saludable y bien cuidada. Por ello, la consulta con un profesional en dermatología es la clave para que indique cuáles son los productos adecuados para el propio tipo de piel.
A su vez, muchas personas se preguntan si con el paso de las estaciones del año, la rutina debe modificarse. Por supuesto, las y los expertos señalan que sí, debido a que las necesidades de la piel varían según el clima, la exposición al sol, la humedad, entre otros factores que cambian a lo largo del año según la época en la que se esté.
Cambiar según la época del año
Durante el año se experimenta una variedad de condiciones climáticas, desde el frío y mayor sequedad en invierno, hasta el calor y humedad extremos del verano. Estos factores alteran el equilibrio natural de la piel y sus necesidades.
-Aire libre: Las actividades y hábitos se modifican con las estaciones y, en verano, es más probable que se pase más tiempo en el exterior. En invierno, el estar en el interior y con más tiempo expuestos a la calefacción, se puede resecar más la piel.
-Cambios en la piel: La piel puede experimentar cambios en el año, por ejemplo si se es más sensible al frío o al calor, con más o menos brillo y acné durante determinadas épocas. Es por ello que la consulta con un experto resulta clave para conocer en profundidad la propia piel.
-Exposición al sol: La intensidad y duración de la exposición varían durante el año. En el verano, la radiación UV es más intensa por lo que la protección solar debe ser más profunda, aunque se recomienda utilizar protector durante todo el año, sobre todo en rostro y manos.
-Humedad: La humedad del aire varía según la temporada. En climas invernales, la piel suele deshidratarse con mayor facilidad ya que son días más secos e incluso ventosos. En tanto, durante el verano, se puede generar una producción excesiva del sebo por el calor húmedo.
El skincare y el frío
Durante el invierno, las rutinas suelen hacer foco en controlar la sequedad y proteger la barrera cutánea de los elementos adversos. Sin embargo, cada tipo de piel es única y es por ello que la cantidad de humectación necesaria y los tipos de limpieza en general, deben ser consultados con un experto en dermatología que explique y profundice en el cuidado del propio cutis.
